Los edificios en la Nueva Normalidad van a cambiar radicalmente. Para poder hacer frente a las medidas de distanciamiento y garantizar la seguridad sanitaria, se reconvertirán para ser más inteligentes.

Los hospitales, las viviendas o nuestras oficinas deberán transformarse y desarrollar todo su potencial para poder comunicarse plenamente con sus ocupantes.

En estos meses de confinamiento, hemos visto como el teletrabajo ha sido una pieza fundamental para la continuidad de la economía. No obstante, antes de marzo, no eran muchos los empleados que podían trabajar desde sus casas en España. Tan solo un 4,3% de los trabajadores, según Eurostat, se conectaba a distancia para desempeñar su trabajo, un porcentaje muy similar al de nuestros vecinos europeos:

  • Un 4,6 en Polonia
  • Un 4,4% en el Reino Unido
  • Un 4% en República Checa

Pero muy alejado de países como Países Bajos (14%), Finlandia (13,3%), o Luxemburgo (11%), donde esta modalidad era mucho más frecuente en el mercado laboral.

Parece que, en la Era post-covid, estas cifras aumentarán exponencialmente. Por ello, nos preguntamos: ¿están nuestras viviendas preparadas? Y en el caso de que nuestra actividad no se puede realizar en remoto, ¿están los edificios o puestos de trabajo listos para la Nueva Normalidad?

Adaptar los edificios a la Nueva Normalidad

Cuando se analiza una crisis, siempre se suele comparar con alguna vivida. En concreto, esta se ha comparado con la mal designada, Gripe Española, o incluso con el periodo de reconstrucción que vino tras las guerras mundiales.

Y aquí es donde queremos llegar. Cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, muchas ciudades como Berlín, Varsovia o Roterdam tuvieron que reedificarse por completo. Sus edificios tuvieron una nueva vida: en algunas urbes se optó por recrear los edificios del pasado, pero en otras se construyó desde cero. Fue una oportunidad para mejorar sus calidades con las técnicas de la época.

El COVID-19 no ha destruido ningún edificio, pero sí que demanda adaptar los edificios a esta nueva realidad. Como se hiciera en el pasado, debemos plantearnos una reconstrucción de nuestras infraestructuras. Los edificios tendrán que ser capaces de adaptarse repetidamente a los requerimientos cambiantes del mañana. Por ejemplo:

  • Creación de lugares de trabajo adicionales
  • Nuevos conceptos de hoteles
  • Pisos más flexibles

Un edificio suele ser visto como algo rígido e inmóvil. Con la tecnología, estos principios arquitectónicos cambian por completo. Y es que la digitalización convierte a los edificios en elementos flexibles y móviles, aspectos fundamentales en la era post-COVID.

Aunque nos pueda parecer algo complejo, los edificios ya construidos pueden digitalizarse, incluso los de siglos pasados. Un ejemplo lo encontramos en Bruselas. La capital belga ha puesto en marcha una estrategia de modernización basada en tecnología inteligente con el fin de mejorar la eficiencia energética de sus infraestructuras históricas.

Los edificios pueden ser reacondicionados con un nivel de automatización. Además, se puede escanear el edificio con una cámara de 360 grados, para encontrar puntos importantes de acceso a los sistemas de construcción existentes, lo que se denominan puntos de interés. Esto permite generar una especie de edificio gemelo, que se puede utilizar para vincular aplicaciones a las instalaciones del edificio y conocer cómo se comportan las personas con el edificio.

El Gemelo Digital para crear edificios preparados a la Nueva Realidad

Además, existen tecnologías para desarrollar edificios inteligentes desde el minuto uno de su concepción. Una de las tecnologías para dotar a los edificios de inteligencia es lo que se conoce como modelado de información de construcción o BIM. Su principal ventaja es que permite una planificación multidisciplinar y crear un modelo digital del edificio. Eso nos permite hacer cosas como:

  • Comprobar los planes a intervalos regulares
  • Aumentar la fiabilidad gracias a la automatización
  • Detectar posibles conflictos entre los diferentes actores del edificio

Asimismo, al disponer del edificio de manera virtual, se pueden optimizar recursos y tomar mejores decisiones antes de proceder a la construcción o reforma del mismo. Y es que un modelo de construcción digital documenta y mantiene disponible no solo los datos de planificación, sino toda la información que es relevante para las operaciones.

Por ejemplo, permite conocer aspectos tan importantes en estos momentos como la interacción entre las personas con el edificio. Para aquellas infraestructuras que ya contaban con estas tecnologías, ahora pueden sacar el máximo partido a los datos y establecer una estrategia de acuerdo a cómo las personas se comportaban en el edificio y al flujo de sus movimientos:

  • Tomar mejores decisiones en relación con la vuelta a la oficina
  • La apertura del centro comercial
  • O si se trata de un alojamiento hotelero, establecer una planificación en función del tráfico de sus huéspedes

Los edificios en la Nueva Realidad: Oficinas inteligentes

Tras varias semanas de confinamiento, la vuelta a las oficinas es un hecho. Sin embargo, para evitar que surjan nuevo rebrotes del COVID-19, es necesario acondicionar las instalaciones para garantizar la seguridad de sus ocupantes.

Para poder conseguirlo, Siemens propone el concepto de Oficina Inteligente. Gracias a la combinación de sensórica e Inteligencia Artificial, se puede lograr:

  • Gestionar la ocupación para cumplir con el distanciamiento social gracias a Enlighted.
  • Garantizar la no propagación del virus con las cámaras térmicas.
  • Mitigar la contaminación e incrementar la eficiencia energética mediante sistemas novedosos de sensórica, HVAC, etc

Además, en la Nueva Realidad, necesitaremos una mayor interacción con nuestros edificios. Las oficinas necesitan adaptarse y escuchar las demandas de los empleados.

Con la aplicación Comfy, los trabajadores pueden interactuar con el edificio desde una APP instalada en su móvil. Así pueden emprender diferentes acciones sin necesidad de moverse por la instalación. Por ejemplo, pueden:

  • Controlar la temperatura y la iluminación en su propia área de trabajo
  • Encontrar y reservar salas de conferencias
  • Moverse por el edificio para encontrar a sus compañeros

Y, como parte fundamental de la escucha, la herramienta también aprende de lo que cada empleado le dice. El sistema puede recomendar exactamente el espacio adecuado que se adapte mejor a sus preferencias personales, por ejemplo, con una temperatura ambiente o donde haya menos número de personas.

Además, Comfy permite integrar esta información con otros servicios externos a la empresa que pueden ser de gran utilidad como:

  • Información sobre el transporte público
  • Informes sobre atascos de tráfico
  • Horarios comerciales en el gimnasio de al lado
  • Menús de almuerzo en la cafetería

La pandemia ha cambiado nuestras vidas momentáneamente y lo seguirá haciendo en la Era post-COVID. Nuestra relación con los edificios será diferente. Por eso, necesitamos dotarles de inteligencia para que nuestra vida siempre cambie a mejor y no a peor.