Transición Energética | Los avances tecnológicos, la expansión demográfica y la lucha contra el cambio climático son aspectos clave a tener en cuenta a la hora de responder a las futuras necesidades del consumo eléctrico a nivel mundial. Según las últimas estimaciones, se espera que la demanda de energía primaria aumente 1/3 para el 2030, y la demanda global de electricidad crezca 2/3 – tres veces más rápido que el ritmo al que crece la población mundial.

Ante este escenario tan complejo es fundamental garantizar un suministro flexible y sostenible. ¿Cómo? Encontrando la mejor combinación posible de energía renovable, tecnologías de centrales eléctricas de alta eficiencia, almacenamiento y gestión de la demanda para cada país y ecosistema.

También es prioritario construir infraestructuras orientadas al futuro. Se trata de modernizar el sistema de entrega, transporte y distribución de energía sostenible, incluida la recaudación fiable de las facturas de electricidad. Y se trata de la integración del sistema energético en otros sectores. En este aspecto, la expansión de las redes eléctricas y la gestión inteligente de la red son fundamentales porque todo está conectado.

Las infraestructuras orientadas al futuro deben incluir también el hidrógeno verde, es decir, el hidrógeno producido por energías renovables. Está claro que el hidrógeno es el combustible del futuro -y una tecnología prometedora para el almacenamiento y el acoplamiento de sectores-.

Hoy somos capaces de convertir la electricidad verde en hidrógeno a una escala de unos 10 megavatios y ya se están preparando proyectos piloto a una escala de 100 megavatios.

A continuación os presentamos la hoja de ruta energética de Egipto y Chile, dos países que ya han empezado a tomar medidas ante la necesidad de suministrar energía a toda la población de manera sostenible.

Egipto: el megaproyecto que ilumina el país

Hace cinco años, los apagones eran un problema importante en Egipto. Inhibieron el desarrollo de la industria y ahogaron las aspiraciones del país, pero los líderes de Egipto tomaron medidas y desarrollaron una hoja de ruta energética de la mano de Siemens.

Gracias a una solución de financiación competitiva, incluyendo garantías de crédito a la exportación, en tan solo 28 meses se construyeron tres centrales de ciclo combinado de alta eficiencia, además de subestaciones para su integración en la red nacional.

A día de hoy, estas plantas son las más grandes del mundo y proporcionan energía asequible y limpia para 40 millones de personas. También ahorran a Egipto 1.300 millones de dólares al año en combustible.

Este proyecto ha tenido un amplio impacto social positivo ya que en él participaron más de 1.000 proveedores y subcontratistas, muchos de ellos empresas locales. Se capacitaron a 600 técnicos e ingenieros para las operaciones y el mantenimiento y Siemens contribuyó en la construcción de un centro de formación profesional que tiene previsto formar a otras 5.500 personas en los próximos años.  

Esta es la nueva hoja de ruta energética de Chile

La Patagonia es una de las regiones más ventosas del mundo. El viento sopla más de 6.000 horas al año y Chile puede beneficiarse de ello. La oportunidad aquí es generar electricidad libre de CO2 con parques eólicos y convertirla en metanol verde a gran escala, para su uso en todo el mundo y en una variedad de sectores.

Además de empoderar a los usuarios de energía, se trata de hacer que los usuarios de energía participen activamente en el sistema energético. Los costes de los paneles solares, el almacenamiento de baterías en el hogar y la automatización de edificios han disminuido. Muchas de las instalaciones son ahora operadas por los mismos propietarios de las casas.

¿Un ejemplo? En Alemania el número de instalaciones ha aumentado de unas 1.000 a 1,7 millones en dos décadas. Las tecnologías digitales permiten a los usuarios gestionar sus propios activos energéticos y convertirlos en oportunidades de negocio. Y la digitalización de las redes de distribución hasta el consumidor ayudará a gestionar la oferta y la demanda de manera más eficaz.