La COP25 se ha vestido de chulapa. Los diferentes expertos medioambientales y políticos debatirán sobre el futuro de nuestras ciudades en esta cumbre climática histórica.

Pero ¿qué se está gestando realmente en la COP25?

  • Acciones concretas que nos permitan actuar, de manera inmediata, contra el cambio climático.
  • Contribuciones globales que nos ayuden alcanzar el objetivo del Acuerdo de París: la temperatura no debe aumentar más de 2ºC a finales de siglo.
  • Decisiones gubernamentales que nos permitan cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Grandes objetivos para solucionar uno de los asuntos que más preocupan a la ciudadanía: la protección de nuestro planeta y resolver la crisis climática.

¿Por qué es importante la COP25?

En un momento como el actual, parece que la COP25 tiene un peso importante en las decisiones que se tomen en el próximo año en materia medioambiental. Y es que tenemos que frenar, de manera inminente, todas las acciones que están haciendo sufrir y envejecer, de manera preventiva, a nuestro planeta:

  • La tierra se calienta. Desde 1880, la temperatura media del mundo ha crecido ha entre 0,8 y 1,2 grados Celsius.
  • Las especies desaparecen. El 42% de los invertebrados terrestres, el 34% de los de agua dulce y el 25% de los animales marinos están en riesgo de extinción.
  • Perdemos biodiversidad. De cada 14 hábitats terrestres, 10 han experimentado un descenso en la productividad de la vegetación.
  • Nuestros océanos están contaminados.  El 75% de la basura marina es plástico.
  • Escasez de agua. El agua dulce ha empeorado significativamente desde 1990.
  • La desertificación cada vez más cerca. En 2050 unos 4.000 millones de personas vivirán en tierras desertificadas.

Además, esta situación se agrava en nuestras ciudades. Hoy, el 55 % de las personas vivimos en ciudades. Según la ONU, estas cifras aumentarán en los próximos años. Y es que, en 2050, esta proporción aumentará hasta un 13 %, lo que dañará también a nuestro planeta si no tomamos las medidas adecuadas:

  • La demanda global de energía aumentará hasta 194,000 TWh en 2030.
  • Habrá un total de 2.500 millones de vehículos en 2050.
  • El coste de la congestión del tráfico en Europa y Estados Unidos será de 239.000 millones de dólares en 2030.
  • Además, nos enfrentamos a una saturación de los sistemas de gestión de recursos: energía, agua y residuos.

Ante esta situación, podríamos decir que la celebración de la CO25 es una de las más decisivas de la historia. La cumbre debe poner el tratamiento adecuado que permita redimir y curar la enfermedad que vive nuestro planeta. Parte de este tratamiento deberá ser, sin lugar a duda, la inversión en tecnología.  Y aunque, de primeras, te pueda parecer una medida insuficiente, la realidad es la contraria. Actualmente, existen un gran número de soluciones digitales que pueden ayudar a nuestras ciudades a ser más sostenibles.

La tecnología: la medicina para nuestro planeta

Siemens cuenta con soluciones dirigidas a mejorar cómo nos relacionamos con nuestro entorno. Lejos de citar todas ellas, nos centraremos en algunas que, de manera inmediata, pueden ayudarnos a cuidar nuestro entorno.

En primer lugar, soluciones que nos ayudan a mejorar la calidad de aire. Siemens cuenta con una herramienta, City Air Management Tool, que permite:

  • Predecir los niveles de calidad del aire en ubicaciones específicas de la ciudad, con hasta cinco días de antelación.
  • Visualizar cuándo y dónde la contaminación del aire exceda los niveles permitidos.

Con esta información, cambia totalmente la gestión de la calidad de aire. Los responsables de las ciudades pueden ahora tomar medidas proactivas en lugar de reactivas. Y esto, ¿qué quiere decir? Dicho de una manera sencilla, en lugar de poner en marcha acciones una vez hayamos superado los límites de contaminación, podremos tomar medidas antes de llegar a exceder estos niveles. Así, respiraremos siempre aire limpio que no sea nocivo para nuestra salud.

Pero no solo existen herramientas para combatir la contaminación del aire, sino también la contaminación atmósfera. Siemens cuenta con la solución, City Perfomance Tool, que permite simular muchos escenarios para tomar las mejores decisiones:

  • Evalúa las tecnologías de edificios, transporte y energía de una ciudad en el período de tiempo deseado.
  • Mide el impacto de los planes estratégicos de una ciudad.
  • Determina la tasa de implementación necesaria para que la ciudad cumpla con sus objetivos ambientales.
  • Muestra otras dimensiones de la sostenibilidad, que abarca desde la eficiencia de costes a la creación de empleo.

Otro culpable que hace sufrir a nuestro planeta es el tráfico. Necesitamos combatirlo y reducirlo. Más allá de las medidas que se decidan en la COP25 para esta cuestión, podemos citar una tecnología de vanguardia que ayuda mejorar su gestión: el aparcamiento inteligente o Smart parking de Siemens. Se trata de un sistema de sensores con radar que se coloca en las farolas y que transmiten información sobre la ocupación de plazas de aparcamiento a operadores de aplicaciones:

  • Los conductores pueden encontrar plazas de aparcamiento a través de su smartphone, navegador o en las señales de estacionamiento.
  • Se reduce el tráfico derivado de la búsqueda de aparcamiento.
  • Permite disminuir las emisiones de carbono.

Otro de los aspectos fundamentales es lograr una mayor eficiencia en nuestros edificios. Son el ADN de cualquier ciudad. En ellos pasamos el 90% de nuestra vida y son responsables del 41% de la energía que se consume en todo el mundo. De ahí, la importancia de hacerlos más eficientes. Una de las tecnologías para conseguirlo es la plataforma de Siemens, Desigo CC. Con esta herramienta se puede reducir hasta un 20% los gastos energéticos gracias a la monitorización y control, desde una misma plataforma, de todos los sistemas de un edificio:

  • Iluminación
  • Ventilación
  • Climatización
  • Protección contra incendios
  • Seguridad y videovigilancia
  • Energía

La tecnología es un medicamento muy eficaz que pude ayudarnos a salvar el planeta. Por ello, su inversión tiene que ser tenida muy en cuenta a la hora de abordar el futuro de nuestras ciudades.

Las decisiones que se tomen hoy serán decisivas para el mañana. El dramaturgo Víctor Hugo ya mostraba su preocupación hace más de un siglo “me produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no la escucha”.

Hoy, en la COP25, estamos escuchándola muy atentamente. Nuestro planeta nos reclama y nos manda un mensaje claro de S.O.S. Aunque aún tendremos que esperar unos días para conocer qué ayuda vamos a ofrecerle, estamos seguros de que juntos encontraremos la solución para socorrerle.