La neutralidad en carbono es uno de los objetivos marcados por la Unión Europea para 2050 como método para combatir la crisis climática. Los efectos del cambio climático son cada vez más visibles y se están extendiendo. Hemos experimentado temperaturas extremas, sequías, lluvias intensas, inundaciones y deslizamientos de tierra, también en Europa.

Además, para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados, un umbral que el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) considera seguro, es crucial conseguir la neutralidad de carbono para mediados del siglo XXI.

De hecho, un informe de la ONU de 2019 nos advierte que, de seguir así, las previsiones de crecimiento de población mundial y el desarrollo urbanístico provocarán un aumento de la demanda de recursos naturales que no es posible asumir si no se cambian las tendencias actuales.

Por todo ello, la Unión Europea se comprometió a paliar este problema a través del Pacto Verde Europeo de 2019. Uno de sus principales pilares se centraba en convertir la eurozona en neutra en carbono para 2050. Pero, ¿qué significa?

¿Qué es la neutralidad en carbono?

Según el Parlamento Europeo, la neutralidad climática o neutralidad de carbono se consigue cuando “se emite la misma cantidad de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera de la que se retira por distintas vías, lo que deja un balance cero, también denominado huella cero de carbono”.

Hay distintas formas de conseguir este equilibrio:

  • No emitir más de lo que la naturaleza puede absorber: sin duda alguna, la opción más saludable es no emitir más CO2 del que pueden asumir, de forma natural, los bosques, océanos y las plantas. Estos funcionan como sumideros de carbono a través del proceso de fotosíntesis (asimilan CO2 atmosférico y lo transforman en oxígeno, con lo que ayudan a reducir las emisiones).
  • Compensación de carbono: consiste en equilibrar las emisiones emitidas en un sector determinado mediante la reducción de CO2 en otro lugar. Esto puede conseguirse a través de las inversiones en energía renovable, eficiencia energética y otras tecnologías no contaminantes.

Cómo va la neutralidad en carbono en Europa

No es la primera vez que oímos este término. Ya se estableció como un objetivo prioritario en los Acuerdos de París en 2015. Sin embargo, parece ser que no se han puesto en marcha hasta la llegada de la nueva década.

El Parlamento Europeo respaldó la neutralidad climática para 2050, el 7 de octubre de 2020. Además, se estableció el incremento del objetivo de reducción de las emisiones al 60% para 2030 respecto a los niveles del año 1990.

En mayo de 2020, la Comisión Europea presentó su Plan de Recuperación Verde con varias líneas de actuación en este sentido. Y, en ese mismo mes, el Gobierno de España, inició la tramitación parlamentaria del primer proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética (PLCCTE) que tiene como objetivo que nuestro país alcance la neutralidad de emisiones no más tarde de 2050.

Siemens será neutral en carbono en 2030

El cuidado por el medio ambiente es uno de los pilares de la sostenibilidad de Siemens. Por ello, se ha propuesto convertirse en neutral en carbono en 2030. Tal y como ha anunciado, ya se ha conseguido el objetivo de reducir a la mitad sus emisiones de CO2 antes de que acabara este año. En concreto, ha superado esa cifra y ha logrado un 54% menos.

Se están usando cuatro métodos principales para reducir las emisiones de carbono:

  • La expansión del programa de eficiencia energética.
  • El uso de sistemas de energía distribuida.
  • La compra de energía verde.
  • La reducción de las emisiones en la flota de vehículos (eléctricos e híbridos).

En el caso de Siemens España, esta cifra es aún mayor. Se ha logrado alcanzar un 90% de reducción en emisiones de CO2 respecto a datos de 2014.

Siemens pretende alcanzar la neutralidad climática en sus operaciones comerciales para el 2030.