La carga ultrarrápida es la solución ideal para el conductor del vehículo eléctrico. Al menos, eso es lo que apuntan todos los expertos del sector. Además de garantizar la carga en pocos minutos, permite una mayor autonomía que las soluciones actuales.

Existiendo la tecnología, ahora se haría necesario contar con una red de estaciones de servicios preparadas para el eléctrico. Este es un tema recurrente ya que suele ser uno de los frenos en la adquisición de este tipo de vehículos. Sin embargo, el futuro parece prometedor para el sector.

Si bien todavía queda mucho trabajo por recorrer, España ya no es el páramo que era hace unos años en cuanto a infraestructura de recarga se refiere. De hecho, según ANFACya existen casi 8.500 puntos de recarga en nuestro país. Una cifra que, a principios de 2017, apenas superaba las 2.000 unidades.

Esta noticia se une a unos datos prometedores en España: la fabricación de automóviles eléctricos en nuestro país se multiplicó por ocho a pesar de la complicada situación del mercado.

Con estos datos, ahora más que nunca, parece que es imprescindible contar con puntos de recarga más rápidos que faciliten su manejo a los conductores.

¿Qué es la carga ultrarrápida?

Cargar un vehículo eléctrico puede llevar entre 30 minutos y varias horas, dependiendo del cargador, del nivel de carga en la batería con el que se llega a él, de su capacidad y, sobre todo, de la potencia de carga que admita el coche.

La larga espera para recargar un eléctrico es uno de los hándicap que los consumidores tienen a la hora de adquirir este tipo de vehículos. Por ello, es clave contar con sistemas capaces de llenar la batería de una manera rápida y eficaz, que iguale los tiempos a los de repostaje de los de combustión.

Actualmente, la mayoría de los vehículos eléctricos del mercado están equipados con sistemas eléctricos que funcionan a 400 V, lo que la industria denomina alto voltaje. Pero es la potencia de recarga, que se mide en vatios, la que nos da la idea de a velocidad a la que se rellena la batería y se mide en amperios.

Por lo tanto, para aumentar la potencia de carga se puede actuar sobre los voltios o sobre los amperios. Aumentar los amperios no es la mejor opción ya que requeriría cables más gruesos y por lo tanto más pesados, con mayor aislamiento térmico. Por eso, los sistemas eléctricos que elevan el voltaje.

Los sistemas de recarga actuales funcionan a una potencia de 50 kW y a un voltaje máximo de 400 V (125 A). Para incrementar esta potencia, se han desarrollado los llamados puntos de carga ultrarrápida. Estos alcanza los 150 kW y elevan la intensidad de corriente (375 A) – aunque ya hay modelos que superan esta cifra como veremos más adelante.

Ventajas de la carga ultrarrápida para vehículos eléctricos

La carga ultrarrápida presenta numerosas ventajas para el consumidor del vehículo eléctrico:

  • Reduce el tiempo de recarga a 10 minutos.
  • Permite una mayor autonomía para el eléctrico hasta alcanzar los 400 km.
  • Mejora la calidad del servicio e impulsa las ventas de vehículos eléctricos.

Sin embargo, para que las estaciones de servicio puedan contar con estos sistemas de carga, es necesario que se preparen con los mejores equipos del mercado tanto a nivel de infraestructura como de puntos de recarga.

El cargador ultrarrápido más eficiente

La innovación forma parte de nuestro ADN. Por ello, uno de nuestros pilares es el impulso de la movilidad eléctrica en las ciudades. Dado que la falta de puntos de recarga y la demora en el tiempo de carga parecen ser dos de los frenos para el arranque de este tipo transporte, hemos puesto todo nuestro ingenio para crear tecnología capaz de solventar estos retos.

Hemos creado uno de los cargadores ultrarrápidos más eficientes del mercado. SICHARGE D es compatible con las estaciones de carga rápida de autopistas y carreteras urbanas, así como aparcamientos de la ciudad o centros comerciales.

Con una eficiencia constante superior al 95,5% y una eficiencia máxima del 96%, el nuevo SICHARGE D asegura que casi toda la electricidad generada llegue al coche para ser cargada. Esto se traduce en:

  • Una reducción de costes operativos de los clientes.
  • Diseñado para cumplir con los futuros desarrollos tecnológicos. Aunque hoy en día las capacidades de carga de la mayoría de los vehículos eléctricos siguen siendo muy limitadas, estos nuevos cargadores podrán aceptar una mayor potencia de carga en el futuro y demandar mayores rangos de voltaje.
  • Tiene una potencia de carga escalable de hasta 300kW, ya sea desde el principio o gracias a las ampliaciones plug-and-play. Es más, el cargador ya soporta voltajes entre 150 y 1.000 voltios (V) y corrientes de hasta 1.000 amperios (A) en todas las salidas de CC.
  • Permite cargas a máxima potencia para los futuros vehículos de 800 V, así como los costes de carga más bajos que exigen los vehículos actuales. 
  • Carga dinámica en paralelo. Esto quiere decir que tiene en cuenta la demanda de energía individual de cada coche conectado y adapta de forma automática el proceso de carga a la tecnología de la batería y el estado de carga. Así se garantiza que los coches conectados obtienen la máxima potencia que requieren sin ninguna intervención manual adicional. 

Gracias a este tipo de productos, la carga ultrarrápida ha convertido en realidad la posibilidad de viajar en un vehículo eléctrico al aportar autonomía en poco tiempo. Sin embargo, esto sólo será posible, siempre y cuando, se cuente con una infraestructura adecuada.

Las subestaciones inteligentes, clave para garantizar el suministro

Actualmente, la mayoría de las estaciones de servicio sólo tienen una conexión de bajo voltaje. Para satisfacer la mayor demanda de energía de los cargadores rápidos, la conexión a la red debe actualizarse a una conexión de voltaje medio con una potencia mucho mayor. Esto se logra a través de las subestaciones que conectan la infraestructura de carga de las estaciones de servicio a la red eléctrica pública.

En este sentido, Siemens está desarrollando proyectos innovadores para dotar de la tecnología adecuada a las estaciones de servicio como las subestaciones inteligentes.

Una subestación inteligente consta de:

  • Un transformador encapsulado herméticamente
  • Un equipo de media tensión aislado tipo 8DJH
  • Una centralita de baja tensión Sivacon S8.
  • Hardware de comunicación y tecnología de Internet de las cosas (IoT).
  • Utilización de sensores para generar datos, lo que garantiza una monitorización continua del estado de salud de la instalación y un funcionamiento seguro del equipo.
  • Después, estos valores se transmiten a través de interfaces de comunicación a un sistema de IoT de nivel superior basado en la nube. Los datos se evalúan y visualizan a través de una aplicación web.

El primer proyecto de subestación inteligente se desarrollará en Alemania. Siemens conectará a la red eléctrica 30 estaciones de servicio operadas por Aral AG, una subsidiaria del Grupo BP, antes de finales de febrero.

Para que la carga sea tan rápida como poner combustible en el automóvil, Aral ha optado por estaciones de carga ultrarrápidas, con una potencia de hasta 350 kW. Pero los cargadores por sí solos no son suficientes y la actualización también requiere de una conexión a la red potente y fiable. Y ahí entra la tecnología de Siemens.

Con las subestaciones inteligentes, Aral puede obtener información sobre su estado en cualquier momento. Esto permitirá a la marca de estaciones de servicio con etiqueta azul y blanca garantizar a sus clientes la funcionalidad completa de sus estaciones de carga ultrarrápida incluso mejor que en la actualidad.