El desperdicio de alimentos es una de las lacras de la sociedad moderna. Mucha comida que está en perfectas condiciones para el consumo es desechada porque el aspecto o la consistencia ha perdido “frescura”. Sin embargo, esta acción tan común en restaurantes, comercios y hogares es una problemática tanto a nivel social como medio ambiental.

Mientras que se atisban nuevas crisis de pobreza por el encarecimiento de los productos agrícolas y cárnicos, el desperdicio de alimentos sigue en aumento.

Sólo los hogares españoles desperdician más de 3 millones toneladas de comida al año. Pero el impacto global es aún mayor…¿cómo mitigar que tantos alimentos aptos vayan a la basura?

El desperdicio de alimentos en datos

El Índice de desperdicio de alimentos 2021, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la organización asociada WRAP, ha hecho un intenso análisis para reflejar la realidad detrás de la basura vertida.

Según sus datos, sólo en 2019:

  • Se desperdiciaron 931 millones de toneladas de alimentos.
  • O, lo que es lo mismo, el 17% de la producción total de alimentos en el mundo fue a parar a la basura.
  • El peso equivale aproximadamente a 23 millones de camiones de 40 toneladas completamente cargados, suficiente para dar siete vueltas a la Tierra.
  • A nivel mundial, una persona desecha al menos 121 kilos de alimentos al año.

Y ¿de dónde provienen todos estos desperdicios? Según este estudio, el 61% proviene de los hogares y el segundo mayor desperdiciador de comida sería la hostelería con un 26% del total.

Lo más llamativo de este estudio es que se llega a una conclusión clara: el desperdicio de comida no es mayor en países con más renta per capita. Con información de 54 regiones, los investigadores indicaron que los niveles de residuos a nivel doméstico son similares en los países de altos ingresos, medianos-altos y medianos-bajos.

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¿Cuáles son los efectos del desperdicio de alimentos?

El desperdicio de comida tiene consecuencias ambientales. De acuerdo con el estudio liderado por la ONU, entre el 8-10% de las emisiones de efecto invernadero están asociadas a alimentos que no se consumen. De hecho, si el desperdicio de alimentos fuera un país, sería sería la tercera región más emisora del del mundo.

Además del impacto en el medio ambiente, se produce una paradoja drástica: mientras el número de alimentos desperdiciados se incrementa año a año, el número de personas que pasan hambre va en aumento.

En 2020, entre 720 y 811 millones de personas a nivel mundial vivían con hambre, es decir, 118 millones más que en 2019, señaló el informe El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2021 publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

¿Cómo mejorar esta realidad?

La receta perfecta para evitar el desperdicio de comida

Cada uno de nosotros somos responsables de hacer un uso eficiente y de reducir nuestra huella de carbono. Lo mismo aplica a las empresas. Hoy en día, existe tecnología a disposición de las compañías para que hagan un buen uso de sus recursos. Pongamos como ejemplo la cafetería que provee de alimentos a los empleados.

Desde el inicio de la pandemia, muchos encargados de los comedores de las empresas se han enfrentado a un gran reto. Dado que los empleados acuden al centro de trabajo con menos regularidad, es difícil hacer una estimación clara de las necesidades de alimentos necesarios. ¿El resultado? Se prepara más comida de la que se consume. Para evitar el desperdicio de alimentos, el análisis de datos del control de acceso puede ser la solución.

Los sistemas de seguridad producen grandes cantidades de datos que contienen una gran cantidad de información sobre una instalación. Sin embargo, en la mayoría de los edificios, los datos no se utilizan.

Los sistemas de seguridad en los edificios proporcionan información sobre el número de personas que se encuentran en el lugar en un momento dado. Como estos datos se gestionan en la nube, se puede acceder a ellos desde cualquier lugar.

Las soluciones de seguridad basadas en la nube, como Security Manager de Siemens Smart Infrastructure, ofrecen cuadros de mando a los que se puede acceder desde cualquier lugar. Es fácil dar al personal de la cafetería acceso a información seleccionada y anonimizada para que puedan hacer un uso correcto y estimar la cantidad de comida necesaria.

Este es un pequeño ejemplo del potencial de la digitalización para reducir el impacto medioambiental de nuestra actividad. ¿Cuál es el tuyo?