El número de mujeres que estudian o trabajan en carreras técnicas es demasiado bajo, si lo comparamos al porcentaje masculino. Según UNESCO, el número de matriculaciones femeninas en STEM es de tan sólo el 35%. Del cual, sólo el 3% escoge realizar estudios en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Un dato muy llamativo cuando se estima que el futuro del empleo pasa por este tipo de perfiles.

¿Por qué sucede esto? ¿Es algo sistémico o podemos hacer algo al respecto?

Las carreras técnicas son poco atractivas

En 2018, alrededor de 3,5 millones de personas trabajaban como profesionales de las TIC en la Unión Europea. El empleo en esta ocupación creció por encima del 29%, entre 2006 y 2018. Y este dato ha ido incrementándose, año a año, debido a la revolución digital en la que estamos inmersos. Según los últimos datos de la Encuesta de la Población Activa (EPA) del INE, revelan que el empleo TIC ha crecido a un ritmo del 18,3% acumulado durante el pasado año.

El futuro es tan digital que, para paliar los efectos de la pandemia, la Unión Europea va a destinar fondos europeos para impulsar estos campos entre los países miembros. Uno de los requisitos es que el 20% de estas ayudas para la reconstrucción estén dedicados a la digitalización. España tiene previsto dedicar el 33%.

De hecho, la demanda de este tipo de perfiles irá en aumento según las previsiones. En 2019, el 36,2% de las ofertas de empleo estaban destinadas a perfiles técnicos. Y, los expertos apuntan a que las profesiones relacionadas con las STEM crecerán un 20% en la próxima década.

Sin embargo, a pesar de todos estos datos, las carreras técnicas se quedan sin alumnos. En nuestro país, entre los años 2013 y 2017, las matriculaciones en STEM cayeron el 6,1%. En comparación con otros países de la Unión Europea, la demanda se sitúa cinco puntos porcentuales por debajo de la media, 7,1 puntos menos que Reino Unido y a 14,1 puntos de Alemania.

Además, las enseñanzas STEM registran elevadas tasas brutas de abandono global que van del 37,4% al 49,9%, según las diferentes titulaciones. Algo preocupante que se acentúa en el caso de las mujeres.

Las mujeres en carreras técnicas en España

Según datos del Ministerio de Educación, tan sólo uno de cada cuatro matriculados en carreras técnicas en España son mujeres. El informe “Datos y Cifras del Sistema Universitario Español, 2019-2020” apunta a que los primeros puestos, en cuanto a matriculación femenina, lo ocupan:

  • Ciencias de la Salud
  • Artes y Humanidades
  • Ciencias Sociales y Jurídicas

Sin embargo, si nos fijamos en las carreras técnicas, nos encontramos con que, por ejemplo, Ingeniería y Arquitectura reduce la presencia femenina hasta el 24,8% (frente a porcentajes que rozan el 70% en las anteriores titulaciones).

Si analizamos el ámbito de la investigación, nos encontramos con datos igualmente alarmantes. En España, el número de catedráticas de universidad y profesoras de investigación no llega al 25%, según las cifras del CSIC.

La falta de referentes y el Efecto Matilda

Por desgracia, la historia de la humanidad ha estado marcada por la desigualdad de género, y la ciencia no ha sido ajena a esta triste situación.

Además de Marie Curie, Rosalind Franklin o Ada Lovelace, ¿eres capaz de nombrar a tres mujeres referentes en la ciencia sin usar Google? ¿No? Tranquil@, no es tu culpa. Es lo que se conoce como Efecto Matilda.

Sucede cuando una mujer, dedicada a la ciencia e investigación, ha realizado un extraordinario trabajo y no recibe el mismo reconocimiento que un hombre e incluso los premios y menciones se los lleva un compañero masculino. Aunque el término se acuñó en 1993, son numerosos los ejemplos que existen a lo largo de la historia. ¿Y qué provoca? Falta de referentes femeninos que sirvan de inspiración a las más jóvenes a la hora de dedicarse a las carreras técnicas.

“Lo que no se nombra, no existe” y los libros de textos son una buena muestra de ese paradigma. Tan sólo un 7,6% de las menciones en la ESO en materia de ciencia corresponden a mujeres, según estudios de la Universidad de Valencia y de la Universidad Complutense de Madrid.

Los prejuicios y los estereotipos de género que se arrastran desde hace mucho tiempo continúan manteniendo a las niñas y mujeres alejadas de los sectores relacionados con la ciencia. Esto provoca que sólo un 7% de las niñas se vea como científicas en el futuro.

De hecho, el mundo dibujado en la pantalla no dista mucho del mundo real. Un estudio realizado por el Instituto Geena Davis, titulado Gender Bias Without Borders” (Prejuicios de género sin fronteras), muestra que la representación en las grandes pantallas de mujeres que trabajan en el campo de las ciencias se limita sólo a un 12%.

A esto se le suma, que la presencia femenina es desproporcionadamente baja en las nominaciones u obtenciones de premios científicos. Al revisar los Premios Nobel en Química, Física, Fisiología y Medicina, 599 hombres han obtenido alguno de estos reconocimientos frente a las 17 mujeres que lo han logrado. De hecho, en 2018, los premiados fueron: nueve científicos, un economista, un escritor y un grupo de ONG. Doce galardones, cero mujeres.

La única manera de revertir esta tendencia pasa por impulsar iniciativas que pongan en relevancia el papel de la mujer en la ciencia y así atraer el talento femenino a las STEM.

Proyectos para impulsar las STEM entre las mujeres

Como cada 11 de febrero, celebramos el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. La igualdad en la educación y la ciencia es materia crucial dentro del plan de Desarrollo Sostenible. Los ODS 4 y 5 nos hablan de garantizar las mismas oportunidades laborales y de educación con independencia del género. Por ello, en Siemens, dentro de nuestra estrategia de sostenibilidad, desarrollamos diferentes iniciativas para impulsar y atraer el talento femenino a las STEM.

En España, desde hace años, impulsamos diversas iniciativas para promover y poner en relevancia el importante papel de la mujer en la ciencia. Un buen ejemplo de ello es nuestro programa de “Embajadoras STEM“. Las colaboradoras españolas que participan en este proyecto imparten charlas a niñas y les muestran ejemplos prácticos de la relevancia de este tipo de carreras para el futuro de la sociedad.

Además, nos hemos unido a diversas iniciativas institucionales como:

  • “Alianza STEAM”: promovida por el Ministerio de Educación de España. A través de diversas iniciativas, lograremos impulsar el empoderamiento femenino en las disciplinas STEM para acabar con la brecha de género existente en el sector.
  • Be TalentSTEAM: Miguel Ángel López, CEO de Siemens España, forma parte del Consejo Asesor de este programa del Club de Excelencia en Gestión. A través de él, se fomentan estrategias, iniciativas o proyectos para impulsar y desarrollar en el ecosistema educativo.

La diversidad y la educación son de las palancas de nuestra estrategia de sostenibilidad. Estas iniciativas son sólo un ejemplo del esfuerzo y la importancia que la compañía pone en la calidad, la igualdad y la buena formación de la sociedad.