Cada año, la Comisión Europea elige cuál es la ciudad que más políticas está llevando a cabo para respetar el entorno y mejorar la calidad de sus ciudadanos. Han sido pocas las elegidas a ostentar el título de Capital Verde ya que, para conseguirlo, deben pasar con buena nota doce indicadores medioambientales, garantizar su compromiso para continuar en ese camino y demostrar que su experiencia puede servir de modelo a otras ciudades. Se analiza, especialmente, la reputación y el atractivo de la localidad como destino turístico, profesional y como lugar de residencia.

Entre las afortunadas encontramos a Estocolmo (2010), Hamburgo (2011) y Vitoria (2012). A principios de año, de las 17 capitales que se presentaron a la elección, la española cedió el testigo a la ciudad francesa de Nantes que ostentará el galardón durante todo el 2013.

Entre los méritos acreditados para su elección se encuentran:

•    Contribución local a la lucha del cambio climático: Nantes puso en marcha, en 2007, un Plan Climático cuyo objetivo es reducir en un 30% las emisiones de gas de efecto invernadero del territorio en 2020, y un 50% en 2025.

   Transporte sostenible: su política de movilidad se esfuerza por invertir en la política de vehículos 2 ruedas, el uso compartido de coches y organizar el centro urbano en beneficio de los peatones y los transportes colectivos, en detrimento de los coches. Además, cuenta con la red de tranvía más extensa de toda Francia.

   Todos los habitantes de esta ciudad viven a menos de 300 metros de una zona verde: dispone de 3.366 Ha de espacios verdes, es decir, 57 m2 por habitante y un total de 100.000 árboles. Desde diciembre de 2006, no utiliza ningún pesticida para cuidar y limpiar su red viaria.

•    Utilización sostenible de las tierras: apuesta por aumentar la densidad urbana para ahorrar espacio, promoviendo la agricultura periurbana para proteger las tierras cultivables. El territorio de Nantes cuenta con más 330 explotaciones agrícolas, de las que la mitad practican la venta directa de sus productos, lo que favorece el consumo local de productos.

•    Cuenta con un Plan de Mejora de la Calidad del Aire: pasó con buena nota todos los indicadores que medía la Comisión Europea y su nivel de contaminación se situaba por debajo de la media.

•    Contaminación sonora: ha realizado un mapa de ruidos de todo su territorio, accesible desde Internet, así como un Plan de Prevención del Ruido en el Medio Ambiente cuyo objetivo es ofrecer un medio ambiente sonoro de buena calidad a todos los habitantes de la urbe.

•    Menor consumo de agua: el consumo medio de agua de los hogares disminuye regularmente (de 139 l/persona/día en 2004, a 120l en 2008) a pesar del aumento de la población. En 2005, Nantes Métropole se dotó de una tarifa única de agua, que garantiza una mayor igualdad y una solidaridad reforzada entre los habitantes.

•    Eficiencia energética de los edificios: la ciudad hace hincapié en ahorrar en consumo energético en todas las instalaciones locales para así reducir los gases de efecto invernadero.

Nantes presume de impulsar políticas innovadoras y participativas en base a una extraordinaria movilidad, un ambicioso plan climático, una preocupación constante por el agua y los espacios naturales. Por todos estos motivos, recibir el galardón de la Capital Verde Europea 2013 ha sido la confirmación de que todos sus esfuerzos en el ámbito del desarrollo sostenible son reconocidos al más alto nivel.