Ya ha pasado más de un siglo de la presentación del proyecto de un túnel bajo el Bósforo planteado por el sultán Abdülmecid I en 1860. El llamado entonces “túnel del mar” nunca se llegó a ejecutar por cuestiones de viabilidad técnica ya que la ingeniería de la época no pudo hacer frente a las fuertes corrientes del Bósforo y a la profundidad de sus aguas.

Hoy, tras 159 años, ha entrado en servicio el túnel submarino que une Asia con Europa, una impresionante obra de ingeniería que servirá para trasladar a 75.000 pasajeros cada hora por trayecto, en la ciudad más poblada de Europa.

El primer enlace submarino ferroviario del mundo entre dos continentes

El nombre de Marmaray es el resultado de la combinación del nombre del Mar de Mármara -el mar que separa la parte asiática de Turquía de la parte europea- con el sufijo “ray”, la palabra turca que significa raíl.

Marmaray es el sistema de transporte suburbano ferroviario de Estambul que conecta la ciudad con Gebze, en el lado asiático. Se trata de la primera conexión ferroviaria de ancho internacional entre Europa y Asia a través de un túnel submarino.

Estos son los datos más llamativos del proyecto:

  • El túnel tiene una longitud de 13,6 kilómetros con 1,4 kilómetros bajo suelo marino
  • Está sumergido a 60 metros bajo el nivel del mar: 55 metros de agua y 5 metros de tierra
  • Está preparado para soportar terremotos de 9 grados en la escala Richter

Estambul estrena la movilidad como servicio

La línea tiene una longitud total de 76 kilómetros facilitando así la oferta de servicio mixto de cercanías y metro para el área metropolitana de Estambul, así como la integración de la sección Gebze-Halkali en el corredor de alta velocidad Ankara-Estambul y un enlace para mercancías, lo que proporcionará una mayor disponibilidad para los viajeros que cruzan los continentes. Un ejemplo de intermodalidad del nuevo servicio es la estación de Yenikapı que conecta el metro de Estambul con el tren ligero que están a su vez conectados con el Aeropuerto Internacional Atatürk.

Marmaray se convierte así en una infraestructura inteligente que no sólo reduce el impacto ambiental del transporte en la capital turca y mejora la calidad de vida de sus ciudadanos, sino que facilita la conexión entre dos continentes, garantizando la disponibilidad, aumentando la eficiencia y minimizando el tiempo de entrega de mercancías en un mercado tan transitado como el del corredor.

Una de las curiosidades sobre este proyecto es que el hallazgo de restos arqueológicos retrasó la puesta en marcha del mismo casi cuatro años. En concreto, las obras tuvieron que parar durante un tiempo por el descubrimiento de las ruinas de un puerto del siglo IV conocido en los registros históricos como “puerto de Eleuterio” o también puerto de Teodosio, uno de los más activos del imperio Bizantino.

El proyecto Marmaray: tecnología al servicio de la movilidad inteligente

El proyecto ha sido realizado por la joint venture integrada por OHL y Siemens y supone un importante hito constructivo y de comunicación a nivel global.

Imagen túnel bajo el Bósforo, Marmaray.
Túnel Marmaray

OHL, como contratista principal, ha acometido el diseño, la sustitución completa de las dos vías existentes y su reposición en tres nuevas vías de 62 km de los 76 km del proyecto, la renovación y edificación de 38 estaciones, la construcción de 130 estructuras, dos centros de operación y control, cocheras y talleres, renovación de todos los sistemas electromecánicos (suministro de energía, catenaria, señalización, telecomunicaciones y sistemas de ticketing) a lo largo de los 76 km del proyecto.

Siemens Mobility ha instalado el sistema de señalización y control, los sistemas de comunicación, así como el sistema SCADA.

Con sus casi 15 millones de habitantes, Estambul es una de las ciudades más grandes del mundo. Las únicas conexiones previas entre ambas partes de la ciudad, antes de la inauguración del túnel de Marmaray que atraviesa el río Bósforo, fueron proporcionadas por ferries y dos puentes para el tráfico rodado.

Tecnológicamente única, la línea está equipada con sistemas ERTMS (Sistema Europeo de Gestión de Tráfico Ferroviario) y CBTC (Sistema de Control de Trenes Basado en Comunicaciones). La solución avanzada proporcionada por Siemens Mobility España incluye la tecnología ERTMS FUTUR que ya está en servicio en la línea turca de Alta Velocidad de Ankara y Konya, así como el sistema Trainguard en servicio en la Downtown line del metro de Singapur.

Siemens Mobility está desarrollando actualmente otros proyectos de señalización en Turquía en la línea Bandirma-Manisa, Samsun-Kalin, Konya-Karaman Ulukisla, el aumento de velocidad en Ankara-Konya y recientemente Yerkoy-Sivas, además de colaborar en la solución técnica de los sistemas de detección de vía libre para las líneas Tekirdag-Muratli.