2020 es el año de los rayos X. Y es que al igual que Siemens en España, cumple 125 años desde su descubrimiento. ¿Quieres saber cómo llegó esta innovadora tecnología a España?

En octubre de 1895, el profesor de física Wilhelm Conrad Röntgen descubre lo que el mismo define como un nuevo tipo de rayos, y a los que llama rayos X. Un descubrimiento al que, como muchas otras grandes aportaciones a la humanidad, se llega por casualidad.

Röntgen preparaba un experimento en su laboratorio cuando un fenómeno extraño le llamó la atención: unos rayos que permitían ver a través de superficies opacas. El físico no se lo pensó ni un segundo y decidió experimentar con estos rayos.

El resultado fue un estudio de unas diez páginas titulado “A new tipe of rays” (“Un nuevo tipo de rayos”) donde explicaba casi todas las propiedades de estos rayos. Además, incluía la radiografía de la mano de su esposa, una de las imágenes más famosas de la historia. 

Hoy sabemos que los rayos X son un tipo de radiación llamada ondas electromagnéticas. Permiten ver gracias a que la radiación se absorbe en diferentes cantidades dependiendo del material, por lo tanto, cada material se ilumina de una manera distinta. 

Rayos X, un sueño para a medicina

Desde su descubrimiento, el mundo de la medicina vio su potencial. El sueño del paciente transparente hecho realidad. Estos rayos permitieron conocer en profundidad el interior de cuerpo humano.

Pocas semanas después del hallazgo de Röntgen, las dos principales compañías alemanas de material médico, Siemens & Halske y Reiniger, Gebbert & Schall (RGS), competían por encontrar la mejor manera de implementar su utilización. Ambas compañías se unirían en 1925 formando lo que hoy es Siemens Healthineers.

Fue RGS quién dio con el primer método. Se trata del tubo de rayos X para hacer radiografías. Este mecanismo fue desarrollado a partir del tubo de Crookes con el que se descubrieron estos rayos. La compañía incluso se lo envió Röntgen que alabó el invento.

A partir de ahí, su uso médico se ha popularizado en multitud de disciplinas, tanto para diagnosticar como para tratar a los pacientes:

  • Radiografías.  Permite detectar fracturas de huesos, masas anormales, algunos tipos de lesiones, calcificaciones, objetos extraños, problemas dentales… También, con una radiografía de los pulmones, podemos detectar una neumonía, una de las afecciones más comunes por la COVID-19, así que han sido muy utilizadas para luchar contra la pandemia. Gracias a las radiografías también se pueden localizar tumores.
  • Tomografía computarizada (TC).Un paso más allá de la radiografía común. Combina la tecnología tradicional de rayos X con el procesamiento por ordenador. Así consigue generar imágenes transversales del cuerpo. Es decir, imágenes más detalladas que permiten a los médicos ver las estructuras dentro del cuerpo desde muchos ángulos diferentes.
  • Fluoroscopia. Con los rayos X y una pantalla fluorescente se consiguen imágenes en tiempo real del movimiento dentro del cuerpo. Por ejemplo, se utiliza para los latidos del corazón y ver el flujo de sangre hacia el músculo del corazón.
  • Tratamiento contra el cáncer. La radioterapia, que utiliza los rayos X y otros tipos de radiación de alta energía, es utilizada para destruir tumores y células cancerígenas.

La radiografía y el 3D

La tecnología se ha modernizado, y hoy está presente en todos los hospitales. Incluso, gracias a los Rayos X, es posible obtener radiografías en 3D. Todo un salto desde la rudimentaria imagen de la mano de Bertha Röntgen. Ahora nos encontramos con modelos mucho más eficientes, más rápidos y que reducen la exposición a la radiación tanto para paciente como para sanitarios.

Más allá de la medicina, los Rayos X han vivido un largo camino de perfeccionamiento. Actualmente, son muchas las disciplinas científicas como la física, la astronomía o la biología que trabajan con esta tecnología.

Estos rayos se han utilizado para analizar cualquiera cosa que parece invisible a nuestros ojos:

  • La composición de los átomos
  • La estructura de los genes
  • Los alrededores de los agujeros negros

O incluso para luchar contra el contrabando, a través del escaneo de los contenedores que diariamente cruzan las fronteras del mundo.

Siemens trae los Rayos X a España

España tendría que esperar a 1920 para contar con esta tecnología. No obstante, sí que se hicieron experimentos científicos con los rayos desde poco después del descubrimiento. Pero no sería hasta la década de los veinte cuando llegarían como dispositivo médico a España de la mano de Siemens.

Ahora, 100 años después, Siemens España exporta casi el 100% de la producción mundial de tecnología para la realización de radiografías desde su planta de Getafe. Desde esta localidad madrileña, se consigue que los hospitales de todo el mundo cuenten con la tecnología más puntera “Made in Spain”.

La fabrica de Getafe fue inaugurada en 1957, y ya desde entonces se dedicaba a la fabricación de equipos de Rayos X. En los años 80, la sede en Alemania cambia el modelo productivo y la fábrica madrileña se convierte en un centro de desarrollo y distribución internacional, especializado en la producción de:

  • Generadores de rayos X
  • Sistemas portátiles
  • Sistemas de imagen

A día de hoy la fábrica es el centro de referencia para el desarrollo y exportación de aparatos de Rayos X.  Sus instalaciones están preparadas para producir 1.400 equipos al año para mercados de todo el mundo, entre los que destacan Estados Unidos, Asia y Oriente Medio.

Los equipos se montan solo bajo pedido y en tres semanas llegan al lugar de destino. En algunos casos, la fábrica ha conseguido reducir sus plazos, entregando equipos en tan solo 48 horas. Esto ha ocurrido en situaciones críticas como el terremoto de Haití en 2010 y el Huracán Katrina de 2005.

Este 2020, Siemens está de aniversario. Cumplimos 125 años en España y lo queremos celebrar haciendo un repaso por los grandes logros que hemos conseguido desde entonces. Conoce nuestros proyectos en el país en nuestras redes sociales con el hashtag #Siemens125.