Kiev, capital de Ucrania, es una de las ciudades más grandes en Europa. Con una población de unos 2,6 habitantes, es un emplazamiento clave para los sectores industriales de materiales pesados, como los productos químicos o los materiales de construcción, así como las industrias de consumo, tales como procesamiento de alimentos y textiles.

La creciente prosperidad económica en los últimos años ha contribuido a un fuerte crecimiento en la compra de automóviles, con el consiguiente aumento de emisiones contaminantes. Si a eso unimos temperaturas medias muy bajas en invierno que requieren altos niveles de calefacción, obtenemos que Kiev se ha convertido en la capital europea menos sostenible.

Así lo dice el European Green City Index, informe sobre sostenibilidad realizado por Siemens, situándola en la última posición de la lista, con una puntuación de 32,33. Entre los diferentes parámetros que se han tenido en cuenta, destacan:

•   Emisiones de CO2: es una de las categorías en las que cuenta con mejor puntuación, 4,1 toneladas emitidas, por las 5 de media europea. En este sentido, ocupa el 11 º lugar de esta subcategoría. Sin embargo, sus escasas políticas para la reducción de las emisiones y la intensidad de las mismas, le hacen bajar puestos en el ranking.

•   Energía: como reflejo de un consumo energético ineficiente, Kiev ocupa el puesto 26 en cuanto a intensidad eléctrica, a pesar de que mejora en términos de consumo de energía per cápita.

•   Edificios: los 1.838 MJ por metro cuadrado que consumen los edificios residenciales de Kiev, la convierten en la ciudad con más alto consumo de todas las urbes encuestadas, superando en más del doble los 909 MJ de media.

•  Transporte: la capital ucraniana ocupa el puesto 19 en esta categoría, empatando con París, Vilna y Zagreb, debido a su red de transporte interurbana. Además, obtiene un buen lugar, el onceavo, por sus políticas para la reducción de la congestión, convirtiéndola en una de las ciudades con mejor comportamiento de Europa del Este en esta categoría.

•   Agua: se estima que se han consumido 266 metros cúbicos de agua per cápita en 2007. Esto la convierte en una de las ciudades con más alto uso de las 30 estudiadas, muy por encima los 105 metros cúbicos de media.

•   El uso de residuos y la tierra: se estima que Kiev ha producido casi 600 kg de residuos urbanos por habitante en 2007, por lo que se ha convertido en el productor más grande de Europa. El caótico plan de construcción de los últimos años, han conducido a la desaparición de muchas de las áreas verdes de la ciudad.

•   Calidad del aire: la industria de la ciudad no se encuentra habilitada para reducir las emisiones de sus altos consumos energéticos. Mientras que las emisiones provenientes de fuentes fijas se redujeron en un 19% entre 2000 y 2007, las emisiones de fuentes móviles crecieron un 48%, debido al aumento de automóviles.

Para suplir aquellos índices en los que sale peor parada, el gobierno de la capital ucraniana ha puesto en marcha diferentes iniciativas para corregir sus parámetros y convertirse en una ciudad más sostenible con el medio ambiente. Entre ellas, podemos remarcar:

•   Estación Hidroeléctrica de Kiev: parte del Proyecto de Rehabilitación de energía hidroeléctrica que se está implementando con el apoyo financiero del Banco Mundial, que prevé incrementar la producción de la energía hidráulica de la cascada Dnipro, unos 500 GWh.

•   Kiev Metropolitana, que dirige el metro de la ciudad, ha anunciado planes para invertir 3 millones de dólares durante cinco años, como parte de un importante expansión de su red
•   Reconstrucción de la principal planta de aguas residuales: proyecto prioritario en el programa ambiental de la ciudad de Kiev.

•   Crear estaciones procesamiento de residuos para reducir la carga del vertedero único de la ciudad.

•   Rehabilitación de las plantas de cloro y reducción de las emisiones en las fábricas cambiando el carbón por otros combustibles.

Todas estas medidas ayudarán a mejorar la calidad ambiental de la ciudad, consiguiendo una capital más sostenible y eficiente para el conjunto de sus ciudadanos.