El cambio climático y el crecimiento demográfico plantean grandes desafíos e impulsan la innovación, sobre todo en el ámbito de la energía eléctrica. Los ingenieros que se dedican al desarrollo de infraestructuras inteligentes en Siemens se ocupan de estas megatendencias proporcionando soluciones que crean entornos eficientes y sostenibles. Uno de los focos principales de investigación se centra en las soluciones de generación de energía distribuida (DES, Digital Energy Solutions) que permiten descentralizar los sistemas energéticos.

El punto de partida: cómo garantizar el éxito de la Transición Energética

La Revolución Industrial está entrando en su cuarta etapa y sigue avanzando rápidamente: sus innovaciones tecnológicas están transformando transversalmente la sociedad y, directa e indirectamente, han aumentado sustancialmente la esperanza de vida de las personas. Sin embargo, cada vez está más claro que los combustibles fósiles de los que han dependido hasta ahora estos rápidos avances están produciendo un cambio climático potencialmente catastrófico.

En definitiva, la quema de combustibles fósiles han sido la principal fuente de energía primaria en el mundo y han producido gases de efecto invernadero, incluidos el dióxido de carbono, que han contribuido en gran medida al calentamiento global. Las cifras son abrumadoras si consideramos que, desde 1970 hasta la actualidad, las emisiones globales de CO2 se han duplicado, pasando de 15,9 megatones a 36,2 megatones por año en 2017. Ante este escenario es imprescindible encontrar soluciones alternativas que nos permitan revertir la situación. Somos consciente que para hacer frente al reto del cambio climático se necesitarán medios de transporte eficientes para las personas, así como un suministro fiable de agua. Pero sobre todo, será necesario encontrar una forma sostenible de suministrar el oro del futuro: la electricidad.

Día Mundial del Medio Ambiente: la descentralización de la red eléctrica es la clave

El sistema energético es cada vez más complejo y está permitiendo la entrada de nuevos roles y está facilitando la creación de modelos de negocio desconocidos hasta la fecha. Estos ecosistemas utilizan cada vez más energía renovable, descarbonizada y descentralizada, lo cual permite la introducción de nuevos “players” en el panorama energético.

Por ejemplo, el papel de los edificios en el mercado de la energía está ganando cada vez más importancia: hoy en día, muchos edificios nuevos y rehabilitados ya están generando su propia energía, con un porcentaje creciente de energía renovable.

En el futuro, los edificios deben ser capaces de gestionar su consumo energético de forma inteligente combinando la generación descentralizada de energía con el almacenamiento del excedente de electricidad. Además, tienen que contar con la capacidad de predecir con precisión tanto la demanda de energía como la combinación de recursos necesarios para satisfacerla.

En general, la capacidad de compensar las fluctuaciones de energía será crucial, sobre todo en lo que a la disponibilidad de renovables se refiere. El delicado equilibrio entre demanda y oferta de energía implicará directamente el almacenamiento in situ y el acoplamiento sectorial; por ejemplo, para establecer conexiones entre los edificios y las estaciones de carga de los vehículos eléctricos.

La introducción de tecnologías que permite que las infraestructuras se conviertan en actores protagonistas del sector energético optimizarán la demanda a la vez que reducirán los costes y aumentarán la disponibilidad. Además, para garantizar una gestión inteligente no sólo de los propios edificios, sino también de la red que los abastece, será necesario mantener un intercambio continuo de información entre todos los actores implicados.

Estas son las ventajas de las soluciones de energía distribuida

  • Resiliencia. Gracias a la energía descentralizada aumentan las oportunidades para diseñar sistemas locales de suministro de energía. Estos sistemas pueden funcionar en conjunto con la red general, pero también pueden configurarse para que sean completamente autosuficientes.
  • Integración de renovables. Los edificios dejan de ser meros “consumidores” de energía y se convierten en “prosumidores” capaces de generar electricidad por sí mismos y se convierten en sistemas de almacenamiento inteligente que pueden añadir flexibilidad a la red general. Además, los gestores de las infraestructuras pueden vender cualquier excedente de electricidad al mercado.
  • Aplicación eficiente del principio de cogeneración. Por ejemplo, utilizando el calor de las operaciones de producción cercanas para calentar o enfriar edificios.
  • Ahorro de energía durante la transmisión. Acortar las vías de transmisión o incluso evitarlas por completo puede suponer un ahorro significativo.
  • Aumento de la fiabilidad. Aumento de la fiabilidad de la fuente de alimentación local, lo que también ayuda a estabilizar los sistemas de distribución y transmisión.
  • Fortalecimiento de las comunidades. La capacidad de convertir una infraestructura en un actor del panorama energético fomenta la creación de valor de las comunidades a nivel local.

Siemens, partner ideal en la descentralización de la red eléctrica

El negocio de infraestructuras inteligentes de Siemens ofrece soluciones sostenibles para vincular de forma inteligente el sistema eléctrico con las infraestructuras para crear entornos más respetuosos con el medio ambiente.

¿El objetivo? Establecer un ecosistema de infraestructura inteligente para redes, edificios e industrias que responda intuitivamente a las necesidades actuales de las personas y que cuide del planeta para las generaciones futuras.