Anualmente, el Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE) lanza un informe en el que se informa el estado de nuestro país en materia de sostenibilidad. El último número publicado alarma de alto nivel de contaminación que causan los medios de transportes urbanos. De hecho, son responsables de casi una cuarta parte de las emisiones de CO2 y del 6% de los accidentes de circulación que se producen en nuestro país.

Por ello, se plantea la eliminación progresiva de los vehículos de “propulsión convencional” en el entorno urbano, “para lograr no solo una reducción significativa de la dependencia del petróleo, sino también de los gases de efecto invernadero, la contaminación atmosférica local y la contaminación acústica”, según se afirma en el informe.

En 2011, previendo la necesidad de establecer unas pautas para mejorar la sostenibilidad de las ciudades, la Comisión Europea creó una estrategia del transporte para 2050 y que se describe en su Libro Blanco “La hoja de ruta Transporte 2050, hacia un espacio único de transporte”. En este documento, la Comisión considera que la transformación del sistema de transporte europeo únicamente será posible a través de la combinación de estas medidas a diversos niveles.

El objetivo de este documento es crear un espacio único de transporte, más competitivo y con una red plenamente integrada, que permita un cambio profundo en las pautas de movilidad tanto de pasajeros como de mercancías. Éstas son las pautas que recomiendan seguir:

•   Acabar con los automóviles de combustible convencional en las ciudades

•   Reducir un 40% las emisiones tanto del transporte aéreo como marítimo

•   Lograr una transferencia del 50% del transporte por carretera al ferroviario y por vía fluvial en distancias medias interurbanas, tanto para pasajeros como para mercancías

Todo lo cual contribuirá a una reducción del 60% en las emisiones del transporte desde ahora hasta 2050. Gracias a estas pautas, la UE quiere asegurarse que todos sus países miembros contribuyan a ser líderes en seguridad y protección en el transporte aéreo, ferroviario y marítimo.