La Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres Naturales de Naciones Unidas (UNISDR) subrayó que aunque no ocurrieron “mega catástrofes” en 2012, éste fue el tercer año consecutivo en que las pérdidas superan los 100.000 millones de dólares. Si hacemos una comparativa de los últimos 20 años, el número de catástrofes producidas por la naturaleza se ha duplicado, son culpables de la muerte de más de 1,3 millones de personas. ¿Cómo podemos reducir esta tendencia? La “resistencia” es la clave.

La resiliencia o resistencia es la capacidad de las personas, las organizaciones o los sistemas para dar respuesta y adaptarse ante los cambios o amenazas. El objetivo es garantizar la continuidad de la prosperidad económica, la calidad ambiental y el bienestar humano a pesar de los peligros externos.

Ante los desastres naturales, las ciudades pueden minimizar los daños, si se invierte en mejorar la planificación y el mantenimiento de las infraestructuras. Apostar por la mejora de los edificios, consigue reducir los posibles daños, incrementar la productividad, crear un lugar más seguro para vivir y ayudar a ahorrar miles de millones de dólares y salvar numerosas vidas.

El “Manual de Ciudades Resistentes a las Catástrofes”, elaborado por Siemens junto con la Asociación del Plan Regional (RPA) y la consultora Arup, así lo afirma y muestra que la tecnología es un componente clave para la protección de las infraestructuras y evalúa qué acciones son necesarias para reducir los daños y las pérdidas ocasionadas por los desastres naturales. Entre ellas, destacan:

•    Reforzar las nuevas infraestructuras y mejorar las ya existentes: incorporar componentes que sigan trabajando aunque el entorno cambie, optimizar los sistemas y escoger un mejor emplazamiento que reduzca la exposición a riesgos innecesarios.

•    Redes de distribución y suministro de energía descentralizados: las redes energéticas, de transporte y de agua pueden funcionar tanto como parte de un sistema de gran tamaño como dar suministro de forma independiente de la red más amplia.

•    Mejorar la vigilancia y el control: Monitorización y control de las instalaciones a través de sensores y las nuevas tecnologías IT, ya sea integrándolas en las nuevas infraestructuras como en el equipamiento de los activos existentes. Aumentar la supervisión y control de la infraestructura pueden aumentar la resistencia, proporcionando información detallada y rápida a los directores de servicios públicos con respecto a las condiciones de funcionamiento y rendimiento.

Los cálculos basados en un estudio de la red eléctrica de la ciudad de Nueva York demuestran que, sin medidas protección, los gastos de reparación de los desastres naturales como la tormenta Sandy podrían alcanzar hasta 3.000 millones de dólares durante los próximos 20 años.

Sin embargo, invertir la misma cantidad de dinero en medidas de protección contra tormentas e inundaciones y en tecnologías que fortalecen las redes de energía, pueden reducir el daño hasta en 2.000 millones de dólares y generar ganancias de alrededor 4.000 millones, debido al aumento de la disponibilidad y estabilidad de la red.

Soluciones para infraestructuras:

Como proveedor de servicios, integrador de sistemas y vendedor de productos, Siemens Building Technologies tiene soluciones para automatización de edificios, calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), protección contra incendios y seguridad.