Todo empezó en un patio trasero de unos pocos metros de Berlín, en un humilde taller con 10 trabajadores. Allí Werner von Siemens, un joven con una mentalidad emprendedora y mucho “ingenio para la vida“, dio los primeros pasos hasta convertir su empresa en una de las firmas de tecnología e ingeniería eléctrica más grandes del mundo.

Werner von Siemens

Hoy ese hombre, nacido el 13 de diciembre de 1816, cumpliría 200 años y por ello le queremos celebrar recordando sus muchos descubrimientos.

  • El principio dinamo-eléctrico

En 1866 von Siemens realizó una de sus aportaciones más relevantes a la ingeniería eléctrica cuando, basándose en la obra de Michael Faraday, descubrió el principio dinamo-eléctrico, la base principal del uso de la electricidad como una fuente de energía. Desde entonces, la tecnología de corriente pesada, como se llamaba entonces la ingeniería de potencia, se desarrolló a un ritmo incesante.

  • El primer tranvía eléctrico

En 1879, Siemens mostró al mundo el primer tranvía eléctrico con una fuente de energía externa en una exposición comercial de Berlín.

  • Luces eléctricas

Mientras que, poco después, instaló las primeras luces eléctricas permanentes de Berlín en Potsdamer Platz y Leipzig Straße. Pronto le siguieron los sistemas de iluminación eléctrica para estaciones de tren, edificios de oficinas, fábricas e instalaciones portuarias.

  • Red de telégrafo Londres – Calcuta

La compañía también construyó la red de telégrafo más grande del Mundo con 11.000 km de línea que unía Londres con Calcuta y reducía a 28 minutos la comunicación entre países.

Werner von Siemens también fue el responsable del primer ascensor de pasajeros eléctrico del mundo. No en vano, en el momento de su muerte en 1892, su compañía entonces denominada Siemens & Halske ya producía 1.000 máquinas de dínamo al año y generaba ingresos anuales de casi 20 millones de marcos. En esta época, el nombre Siemens se había convertido en sinónimo de ingeniería de potencia, un término que además fue acuñado por el propio Werner.

Dos siglos después, la compañía que lleva su nombre tiene su sede principal en uno de los edificios más vanguardistas y emblemáticos de Múnich. Construido hace apenas unos meses,  estas nuevas oficinas constan de 45.000 m2 y albergan a más de 1.200 empleados.