Desde que viera la luz el primer sistema de rayos X allá por 1895, hemos sido testigos de la acelerada revolución de la tecnología sanitaria. Hoy en día, somos capaces de ver el funcionamiento interno de todos nuestros órganos en tan sólo 30 minutos o diagnosticar cualquier tipo de patología con un análisis de sangre. Sin embargo, con la crisis económica, llegó el recorte presupuestario y una disminución en la inversión para modernizar a los hospitales. Es decir, estamos viviendo la llamada “obsolescencia tecnológica”.

Infografía de Fenin y Cocir.

Los últimos datos registrados por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN) apuntan a que la tecnología sanitaria instalada en muchas Comunidades Autónomas es la más antigua que ha existido en las dos últimas décadas. De hecho, 1 de cada 4 equipos de diagnóstico, monitorización y terapia está obsoleto.

El estudio hace un análisis detallado del estado en el que se encuentran las tecnologías sanitarias y señala que:

  • España es el país de Europa con las resonancias magnéticas más envejecidas ya que la obsolescencia alcanza a uno de cada tres equipos instalados.
  • Uno de cada tres ecógrafos instalados en centros sanitarios tiene más de 10 años.
  • Más del 40% de los equipos de soporte vital disponibles en el sistema sanitario superan los 12 años.

De hecho, se estima que el 25% de los equipos tecnológicos de los hospitales del SNS se encuentra obsoleto. Estos datos contradicen las ‘Golden Rules’ fijadas por el Comité de Coordinación Europeo del sector de Radiología, Electromedicina y Tecnologías Sanitarias (COCIR), que recomienda que, como máximo, sólo un 10% de los equipos superen los 10 años de antigüedad.

Y ¿esto cómo afectaría a nuestra salud?

  • Podría generar más cánceres: “Al usar equipos más antiguos y con más radiación, estamos generando tumores en nuestros pacientes que podrían ser evitados”, afirma Jose Luis del Cura, presidente de la Sociedad Española de Radiología (SERAM).
  • Retrasos en el diagnóstico de enfermedades: los nuevos equipos consiguen detectar cualquier patología en tan sólo unos minutos. En cambio, los equipos más antiguos no alcanzan tal rapidez y retrasan el tratamiento.
  •  Empeora el estado del paciente: si se demora el diagnóstico de una enfermedad, no se podrá tratar a tiempo y, por consiguiente, se perjudicará a la salud de la persona.
  •  Menor precisión en el diagnóstico: la tecnología más antigua cuenta con sistemas con menor resolución de imagen. Hoy en día, tenemos equipos que reproducen órganos en 3D y en los que se puede ver su funcionamiento en tiempo real.
  • Más gasto para el sector sanitario: una tecnología antigua genera mayores costes de mantenimiento, más averías y tiempos de parada superiores. Esto significa un aumento del gasto que repercutiría en la partida presupuestaria y, por consiguiente, a recortes en la prestación de otros servicios al paciente.

Para mantener esta esperanza de vida, se hace imprescindible que los centros médicos cuenten con todos los recursos a su alcance. Es necesario iniciar el diálogo entre todos los actores del panorama sanitario español para fomentar la innovación y que de forma gradual se pueda llevar a cabo esa renovación.

Siemens Healthcare En Siemens, estamos ayudando a combatir enfermedades tan amenazadoras como el cáncer. Para ello, desarrollamos soluciones por imagen, laboratorio y TIC que ayudan a comprender los distintos tumores y a establecer la mejor terapia para el paciente.