Las ciudades son uno de los principales motores del desarrollo económico mundial. Además, su papel irá en aumento ya que, según datos de las Naciones Unidas, el 70% de la población se concentrará en ellas para 2050. Para que las urbes puedan enfrentarse a los retos que se les plantean en el futuro, se debe invertir en soluciones innovadoras que reduzcan las emisiones contaminantes, generen electricidad a partir de fuentes renovables y usen, de manera más eficiente, la energía.

Fuente: www.pemb.cat

Pese a las ventajas que pueden ofrecer la instauración de tecnologías eficientes e innovadoras, las ciudades se enfrentan a numerosos obstáculos que limitan su puesta en marcha. En tiempos económicos difíciles, las instituciones públicas son reacias a desplegar rápidamente este tipo de novedades a pesar de los posibles ahorros y reducción de emisiones asociadas a largo plazo.

Por ello, es necesario facilitar a las empresas, que estén desarrollando proyectos innovadores, la posibilidad de testearlos en el ámbito urbano y así demostrar las ventajas de sus sistemas. En este sentido, Barcelona ha puesto en marcha el Proyecto 22 @Urban Lab, laboratorio urbano para la prueba de tecnología eficiente en los distritos catalanes. En concreto, esta idea busca transformar las antiguas áreas industriales de Poblenou (Barcelona) en un entorno de elevada calidad para trabajar, vivir y aprender.

El también llamado 22@Barcelona, se afianza como un territorio donde se hacen pruebas piloto de tecnologías que después se exportarán al resto de la ciudad y de Cataluña. Además, permite al Ayuntamiento de Barcelona evaluar los posibles beneficios para los ciudadanos y para la propia administración de estas nuevas soluciones innovadoras. Entre las propuestas llevadas a cabo, destaca:

•    Sistemas de alumbrado eficiente
•    Uso de paneles solares en las fachadas de los edificios para obtener energía y mejorar la calidad del aire
•    Sensores de ruido que permitirán elaborar mapas sonoros de Barcelona
•    Detectores de capacidad de carga en contenedores de residuos selectivos

Entre las propuestas realizadas, destaca la red de alumbrado público. El distrito de Poblenou instaló varios equipos de iluminación que reducen el consumo energético gracias a lámparas LEDs y sensores que controlan la intensidad de luz en función de la presencia o no de personas. Además, estos detectores son capaces de ofrecer información de la temperatura ambiental, la contaminación en la zona, el volumen de ruido o de humedad en el ambiente y la vibración.

Este innovador sistema de iluminación está controlado por una torre de control que recibe toda la información que proporcionan los sensores inalámbricos instalados en las farolas. En un futuro, la torre estará conectada a múltiples elementos del mobiliario urbano (contenedores, paradas de autobús…) y podría gestionar y ofrecer información sobre las plazas de aparcamiento libres en la zona, la capacidad de los contenedores, de los sistemas de riego o de las paradas de autobús. Todos estos mecanismos ayudan a que la ciudad sea gestionada más eficientemente a través de la innovación.