La contaminación atmosférica y el ruido se han convertido en uno de los principales problemas de muchas ciudades. El uso indiscriminado de vehículos a motor está teniendo consecuencias sobre la salud muy negativas, especialmente, en las áreas metropolitanas. Según la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), casi un tercio de los habitantes de las ciudades está expuesto a concentraciones excesivas de partículas contaminantes.

Fuente: juntaandalucia.es

En 2010, el 44% de las estaciones de tráfico registraron porcentajes de NO2 por encima de los límites legales y los niveles de partículas (PM10) superaron el 33%. Estos agentes contaminantes pueden afectar al sistema cardiovascular, a los pulmones, al hígado, al bazo y a la sangre. Estos datos ponen en relieve la necesidad de reducir el uso del vehículo de combustión tradicional por alternativas de movilidad más eficientes y sostenibles.

La bicicleta es un medio de transporte respetuoso con el medioambiente y al alcance de la mayoría de la población. Además, el uso de la bicicleta resulta tan beneficioso para las personas que se desplazan en ella a diario como para el resto de los ciudadanos que respiran un aire mucho más limpio a medida que su número aumenta. Por ello, muchas ciudades han comenzado iniciativas en materia de movilidad sostenible.

Córdoba ha tomado nota y ha iniciado el proyecto “Ciudad Amable” con el que se pretende sensibilizar a la población sobre la necesidad de ganar espacio en los cascos urbanos para los peatones y las bicicletas. El programa se inició el pasado 25 de febrero y en él pueden participar todos los municipios que así lo deseen.

Durante los meses de abril y mayo, se impartirán una serie de talleres públicos sobre la relación entre movilidad y paisajismo. El objetivo es concienciar a los ciudadanos de la importancia de la reducción del uso del coche por alternativas de transporte más sostenibles y eficientes.

Los ayuntamientos adheridos a la campaña podrán presentar proyectos de intervención acordes con los objetivos del programa. Las tres líneas que se persiguen son:

•    Islas ambientales: actuar en puntos concretos del casco urbano buscando una movilidad sostenible.
•    Espacios habitables para proyectos arquitectónicos que pongan en práctica las premisas del programa.
•    Vías sostenibles que consiste en diseñar carriles para ciclistas que unan zonas residenciales con las de trabajo, ocio o comercio.

Para impulsar esta iniciativa, la Junta de Andalucía aporta 10 millones de euros dentro del Plan Andaluz de la Bicicleta. Además, se donarán 7 millones de euros de los fondos del Programa de Rehabilitación de Espacios Públicos.