Tras la publicación de los efectos negativos que está provocando sus altos índices de contaminación, Hong Kong se ha propuesto reducir lo máximo posible sus niveles de CO2. Según el diario South China Morning Post, las emisiones debidas al tráfico y la polución industrial del Delta del Río Pearl, están deteriorando la calidad del aire, lo que provoca un éxodo de los ejecutivos de negocios a Singapur, generando un cambio en el eje financiero en Asia.

Además de estos cambios socioeconómicos, la Organización Mundial de la Salud denuncia que la contaminación es la causante del incremento de las hospitalizaciones con problemas pulmonares y cardiovasculares. Esto le va a causar al gobierno de la región pérdidas por más de 119 millones de euros en atención médica y un descenso en los niveles de productividad.

Para poder solucionar estos problemas y reducir la contaminación atmosférica, la ciudad asiática está desarrollando e implantando medidas de sostenibilidad con el uso de energías renovables. Un ejemplo de ello, es el acuerdo que llegó la región con la empresa química DuPont para trabajar en una plataforma industrial y de investigación de la energía solar en el Parque Científico de Hong Kong. Gracias a ella, se reducirán el nivel de CO2 atmosférico y se usarán otras formas de energías más respetuosas con el medioambiente.

Otro de los hitos más importantes y que está marcando las políticas que se están llevando a cabo, son los acuerdos firmados con los gobiernos de las provincias más importantes del sudeste de China para hacer de la zona del río Perla una zona ecológicamente sostenible. Dichos acuerdos fueron negociados en Agosto de 2008 y marcan una serie de estrategias comunes en tres puntos principalmente:

•   Mejora de la calidad del aire reduciendo las emisiones de las fábricas situadas en la zona.
•   Mejorar la calidad del agua en la región.
•   Promover la eficiencia energética y las energías limpias en la región sustituyendo paulatinamente las fuentes energéticas actuales, altamente contaminantes.

Los vehículos de motor, especialmente los diesel, son otro punto de mejora ya que son las principales causas de las altas concentraciones de contaminación. Para hacer frente a este problema, el Gobierno introdujo un programa global con metas para reducir las emisiones procedentes de los coches en un 80%. Entre otras medidas, se potenció el cambio de los vehículos diesel contaminantes en otros menos dañinos, se colocaron filtros en aquellos coches con altas emisiones, se potenciaron las inspecciones medioambientales y se castigó a aquellos que superasen ciertos límites contaminantes. Para 2008, se había reducido un 23% los niveles de contaminación.

Estas políticas de implicación con el medio ambiente están calando en la ciudadanía de la región. Ingenieros de la Universidad de Hong Kong han desarrollado turbinas de viento que pueden generar electricidad con vientos tan lentos como de dos metros por segundo. De pequeño tamaño, estas turbinas podrían utilizarse en los hogares asiáticos contribuyendo a generar energía limpia.

Todas estas medidas hacen de Hong Kong un ejemplo de urbe que se está adaptando para ser más respetuosa con el medio ambiente, mejorando, con ello, la calidad de vida de sus habitantes y potenciando el crecimiento económico sostenible.