Mientras que las plantas solares y eólicas se están convirtiendo en una forma extendida para la obtención de energía verde, existe una zona hasta ahora sin explotar y que tiene un gran potencial: la energía procedente de las olas.

Las olas son el resultado del efecto del viento soplando a lo largo de cientos o miles de kilómetros en mar abierto, lo que origina una transferencia de energía hacia la superficie del océano. Gracias a los recientes avances tecnológicos, este tipo de renovable pronto podría significar una opción mucho más viable.

Según la Agencia Internacional de la Energía, el mar puede generar más de 93.000 teravatios hora (TWh) de potencia. En concreto, si nos referimos a la energía generada por plantas mareomotrices en todo el mundo se estima que rondan los 800 Teravatios hora (TWh) al año. Esto supone casi el 25% de la demanda total de energía alemana y equivale a un 4% del consumo mundial. Las regiones costeras con fuertes corrientes marinas como en el Reino Unido, Canadá, Francia y Asia oriental ofrecen gran potencial para la utilización de esta tecnología.

La energía mareomotriz ofrece la ventaja de ser:

  • Una tecnología perfectamente controlada
  • Uno de los tipos de energía renovable que podemos clasificar como limpia ya  que, los recursos naturales o materia prima que se utilizan para su obtención, es ilimitado
  • Silenciosa y disponible en cualquier clima o región marítima

La diferencia de nivel que se produce entre mareas altas y bajas permite, mediante la colocación de estructuras móviles y mecanismos de canalización del agua, crear el movimiento que culminará en la obtención de energía eléctrica a través de un alternador.

Desde el año 2008, la Bahía de Portaferry en Irlanda del Norte acoge la primera planta de energía que es impulsada por el flujo de las mareas y que proporciona electricidad a la red.  La planta SeaGen cuenta con la ventaja de que las corrientes marinas son predecibles. Según el calendario lunar, se puede calcular la velocidad con la que actúan y el día de la semana en el que ocurrirán.

La planta produce 1,2 megavatios de potencia, suficiente para abastecer a una población de 1.500 hogares de manera limpia y eficiente. El sistema ha sido desarrollado por la empresa Marine Current Turbines Ltd. que actualmente pertenece a la empresa alemana Siemens.

Con el objetivo de utilizar las corrientes marinas, las palas del rotor pueden girar 180 grados. Esto significa que el sistema puede producir electricidad durante 20 horas al día independientemente de las condiciones climáticas y de los costes de energía primaria. Durante el funcionamiento, los rotores se encuentran tres metros por debajo del nivel del agua. Pero para permitir un mantenimiento fácil y seguro, la traviesa se puede elevar por encima del nivel del mar.

El futuro de la energía de las mareas parece comenzar a brillar con el desarrollo de tecnologías de generación de electricidad. Es una renovable con poco impacto en el medio ambiente y que, además, supone un bajo coste de producción y mantenimiento. La energía mareomotriz parece estar comenzando a ser una parte importante del futuro de la energía sostenible.