Aunque vivamos en un mundo siempre más digitalizados, todos los días estamos en contacto con el papel. Cuando leemos el periódico o un libro, cuando recibimos un paquete embalado o, mismamente, cuando usamos un rollo higiénico estamos disfrutando de un material que cumple ya unos 1.900 años desde su invención.

En otras palabras, el papel es un bien que sigue siendo ampliamente utilizado en nuestra vida cotidiana, un recurso indispensable en sectores distintos como por ejemplo la sanidad, el comercio y el transporte de productos. Además, existen más de 500 tipos de papel: desde el papel higiénico al papel prensa, del papel fotográfico al papel de lija.

Estas son las 4 cosas que tienes que saber sobre la producción del papel. Una industria que presenta muchas caras y que te vamos a desvelar capa por capa:

1.     La industria del papel y los bosques europeos

Entre 2005 y 2015, los bosques europeos crecieron en 44.000 kilómetros cuadrados, un área más grande que el tamaño de Suiza. Su uso sostenible es crucial para la industria papelera para que se pueda beneficiar a largo plazo de este recurso renovable en el futuro.

La producción de este material tiene un papel relativamente pequeño en la deforestación: la generación de energía utiliza la mitad de la cosecha mundial de madera, el 28% se utiliza para trabajos de construcción mientras que sólo un 13% se destina a la producción de papel.

La protección de los bosques es esencial para preservar la biodiversidad. Según el Informe de Sostenibilidad 2011 del CEPI, la mitad de los bosques europeos y el 92,2% de los bosques gestionados por la industria papelera están ahora certificados según las normas internacionales. Esto asegura que la madera procesada sea principalmente de bosques sostenibles.

En cambio, la situación en el hemisferio sur es más crítica ya que las sequias y las plantaciones de palma  y soja están “despejando” las extensas áreas forestales.

2.     No todo el papel usado se puede reciclar

En Europa más de la mitad de todo el papel producido se recicla y nueve de cada diez periódicos están hechos de papel reciclado. Sin embargo, este proceso también tiene sus límites. Las fibras de celulosa sólo se pueden procesar de cuatro a ocho veces. Cuando ya no se pueden usar, se convierten en energía renovable o verde.

El reciclaje no es adecuado para todo tipo de papel, ya que a veces sólo se pueden obtener las características deseadas con fibras frescas, como se puede ver en el papel gráfico. Por otra parte, aproximadamente el 19% del papel no se puede seguir reciclando. El objetivo de la industria europea del papel es, por tanto, mantener la tasa de reciclado actual del 70%.

3. El papel de las nuevas tecnologías

¿Es más respetuoso con el medio ambiente enviar una carta o un correo electrónico? La respuesta parece sencilla pero no tenemos que olvidar que ambas acciones tienen un impacto y una huella ambiental. Si, por ejemplo, consideramos el ciclo de vida medio de ordenadores y smartphones sabremos que alrededor de 10 millones de toneladas de residuos electrónicos se generan anualmente en la UE y tan sólo el 2% se recicla.  Además, un total de 4.239 hogares podrían abastecerse con la energía que se consume en un mes para realizar las búsquedas de Google. En comparación con la demanda anual media de electricidad de los países de la Unión Europea, los servicios en la Nube ya ocupan el sexto lugar en todo el mundo, con un aumento previsto del 63% para 2020. En cambio, aunque el gasto energético que implica la producción de papel sea muy ingente, la industria papelera europea consigue reciclar cerca del 70% del papel producido.

4. El coste energético de la industria papelera

Al igual que toda la producción industrial, la industria del papel también necesita energía, en concreto para operar con maquinarias y secar los rollos de papel. En Alemania, para producir 200 kg de papel se utilizan aproximadamente 800 kWh de energía, que es la demanda media per cápita anual en los países de la UE. Se trata de una cantidad de energía que permitiría a un ordenador funcionar sin descanso durante ocho meses seguidos. Además, alrededor de la mitad del consumo de energía de las fábricas europeas de papel proviene de fuentes de energía renovables. Por otro lado, la industria del papel aprovecha los residuos del proceso de fabricación de celulosa para generar energía de la biomasa –energía que a su vez se reutiliza en los procesos de producción y cuyos excedentes se redistribuyen a menudo en las zonas adyacentes que lo requieran.