Pese a que el mercado de los coches eléctricos está por eclosionar, lo cierto es que los avances en la mejora de prestaciones y servicios para este tipo de vehículos se está produciendo a gran velocidad. Tanto es así que han rebasado una de las fronteras hasta ahora infranqueable, la de la Fórmula 1.

La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ha visto que el futuro pasa por contar con monoplazas menos contaminantes y ha querido regular esta práctica para establecer el uso de vehículos híbridos como norma a seguir a partir de 2014. Muchos lo han calificado ya como la mayor revolución en la historia del certamen desde que se pusiera en marcha en 1950.

La hibridación de los monoplazas, es decir, la combinación del uso de combustible (gasolina o diésel) con energía eléctrica, va a mejorar el rendimiento de los vehículos gracias a ERS, un sofisticado sistema de recuperación y entrega de energía, que toma el relevo del KERS. Pero no se trata ya de una ayuda puntual y limitada, sino de un mecanismo que aprovecha la energía cinética y térmica (gases de escape) generada y la almacena para impulsar el coche.

Es así como la concepción del motor clásico desaparece para adentrarse en un complejo sistema que combina ambas tecnologías y que está resultando difícil para las escuderías, sobre todo las que utilizan los grupos propulsores de Renault.

Sin embargo, hay grandes compañías que han sabido adaptarse a los cambios. Entre ellas, destaca el proyecto desarrollado por el gigante automovilístico RML Group: un monoplaza híbrido que puede alternar un motor de combustión interna y otro eléctrico mientras alcanza velocidades de hasta 300 km/h.

De este modo, la velocidad gana en la pista, pero también el desarrollo del vehículo. Gracias al uso de software NX de Siemens PLM, los ingenieros del Grupo RML han podido diseñar una versión virtual del vehículo antes de proceder a construir un prototipo real. Esto les ha permitido analizar y simular los cambios de diseño desde la pantalla del ordenador.

Este poderoso software se encarga de simular, de la manera más exacta, el producto o el proceso antes de construirlo de modo real, evitando así fallos y gastos innecesarios. Además, cuenta con otras ventajas:

•   Aumentar la velocidad, la aerodinámica y la fiabilidad de los modelos.
•   Visualizar de forma instantánea los cambios para que todos los departamentos puedan prepararse y responder en consecuencia.
•   Gestionar de forma más eficiente un alto número de modificaciones en un entorno seguro con TeamCenter.
•   Eliminar las actividades que no aporten valor añadido.

Poder realizar simulaciones digitales antes de fabricar el producto ayuda a asegurar que todos los componentes funcionan de la manera más óptima. Estas simulaciones durante el proceso de desarrollo permiten que se ahorre en recursos y costes de energía, además de reducir a la mitad el tiempo de puesta en marcha de la producción del vehículo.

Este monoplaza y su proceso de desarrollo se mostrarán durante esta semana en la Feria de Hannover Messe. Allí, los visitantes podrán comprobar por sí mismos cómo el software industrial está revolucionando el sector del automóvil y de qué manera Siemens está ayudando activamente a dar forma al futuro de la industria, la energía y las infraestructuras.

Siemens Industry 

Siemens es el partner tecnológico para un desarrollo industrial sostenible y eficiente gracias a soluciones integrales en automatización, software industrial, soluciones de eficiencia energética y un amplio conocimiento de los mercados  verticales y servicios asociados.