¿A quién no le gustan las patatas fritas? Cuando compramos una bolsa de patatas en el supermercado o en cualquier establecimiento, damos por hecho que su envase nos puede proporcionar información valiosa sobre los ingredientes que nos vamos a comer. Pero, por ejemplo, ¿cómo podemos averiguar los consumidores que los fabricantes cumplen cumple al 100% con los estándares de calidad del producto? Una vez más, la tecnología nos puede ser de ayuda.

La alimentación es un tema que preocupa mucho a la población que quiere estar informada sobre los productos que consume: desde su origen y producción hasta su trazabilidad y conservación. En el caso concreto de España, la composición de los alimentos envasados es motivo de inquietud para los consumidores españoles: el 76% de la población está bastante o muy preocupada por los alimentos envasados, mientras que para un 60% la percepción sobre este tipo de alimentación ha empeorado en el último año.

En este escenario en el que el consumidor está cada vez más concienciado sobre los alimentos, proporcionar información detallada supone una ventaja competitiva con respecto a la competencia. Este conjunto de factores ha motivado la industria alimentaria, como a la química y a la farmacéutica, a abrir un nuevo canal de investigación sobre la manera más efectiva de informar a los usuarios y consumidores en lo que concierne a los productos que consumen habitualmente.

A continuación, vamos a ver cómo las empresas pueden garantizar que su clientela obtenga información detallada y, de alguna manera, certificada y, por lo tanto, pueden diferenciarse de sus competidores que tienen productos similares.

Industria alimentaria: el consumidor está a la caza de transparencia

La información sobre un producto que se vende al por menor debe ser lo más amplia, fiable y fácilmente accesible posible. Esto podría hacerse mediante un código QR, por ejemplo, que proporcione acceso a toda la información disponible sobre el origen de cada ingrediente o las condiciones de producción, el transporte y el embalaje.

Se trata de una información muy valiosa tanto para el comprador como para el fabricante: según el Transparency Content and the Consumer Journey, si esa información coincide con lo que un cliente valora y prefiere, el 86% de los consumidores estaría dispuesto a pagar un precio más alto por adquirir dichos productos.

Además, contar con información certificada, trazable y fiable también es importante para las partes interesadas en la cadena de producción. De este modo pueden asegurarse de que cumplen respectivamente con las normativas necesarias y documentar así su cumplimiento.

Garantizar la documentación de origen, la distribución transparente y el cumplimiento de las normas de calidad supone un modus operandi que encaja perfectamente en un modelo de una economía globalizada.

El blockchain, clave para garantizar una mayor seguridad

Las plataformas basadas en la Nube permiten registrar, filtrar, analizar y combinar datos de todo un proceso de producción. El blockchain es una tecnología a prueba de manipulaciones para el seguimiento de estos datos, que permite diseñar procesos y transacciones digitales de tal forma que puedan ser rastreados y monitoreados por todas las partes interesadas en el ciclo de vida del producto.

Esta tecnología constituye actualmente una de las mayores innovaciones para las industrias interesadas. Se basa en una estructura de datos definida en la que ninguna transacción o información se introduce y registra de forma inmutable a menos que las partes implicadas así lo hayan decidido.

Para los estándares actuales, esto significa que esta tecnología se considera especialmente segura. Los nuevos bloques se unen a una cadena de bloques ya establecida. De este modo, la cadena de información crece y todos los participantes en la red tienen siempre la misma copia de los datos cifrados, que pueden comprobar en cualquier momento y en tiempo real.

Así se consigue un certificado verificado gracias al blockchain

Retomando el ejemplo de la bolsa de patatas del principio… si el envase cuenta con sello de calidad, todos los actores que participan en el proceso de producción de dichas patatas fritas corroboran la información a través de tecnología blockchain: desde el invernadero ecológico en el que se cultivan las patatas hasta su almacén, su transporte y procesamiento -como el corte en láminas y la fritura-, pasando por el envasado y la distribución. En cada fase por la que pasa la patata se generan datos que pueden ser registrados. Pero antes de que esos datos sean incorporados a la cadena de bloques, tienen que ser verificados por todos los involucrados en la red.

En última instancia, esto proporciona al consumidor información ininterrumpida que puede ser examinada en cualquier momento y que garantiza que las patatas fritas del comprador están hechas -por ejemplo- de patatas cultivadas biológicamente al 100% y que han sido procesadas en condiciones óptimas.

Siemens también confía en esta innovadora tecnología y trabaja con Atos IT Solutions and Services GmbH para desarrollar las aplicaciones de seguimiento y localización para la industria alimentaria y de bebidas. Para ello, están combinando la tecnología de blockchain con MindSphere, el sistema operativo abierto de Siemens basado en la Nube.