La actual coyuntura económica, en la que existe un incremento de los precios energéticos año a año, unido a la preocupación medioambiental, ha hecho que los ciudadanos se estén centrando en optimizar y reducir su gasto energético. De hecho, la Unión Europea está incentivando el control del consumo de electricidad para llegar a sus objetivos del Plan 20-20-20.

Sistema Green Leaf de Siemens

Los edificios son cruciales para alcanzar la meta de reducción del gasto energético en un 20% (lo que supondría un ahorro de nada más y nada menos que 50.000 millones de euros al año). Son, de hecho, el campo con mayor potencial de ahorro de energía.

Los edificios representan el 40% del consumo de energía final de la Unión Europea y, según el IDAE, la iluminación se lleva el 28% del consumo energético de un edificio, sólo superado por la climatización (60%). Teniendo en cuenta estas cifras, contar con una instalación eficiente y respetuosa con el medio ambiente es fundamental.

Existen diversos métodos para lograr un adecuado uso de la energía eléctrica favoreciendo la reducción de costes y respetando al medio ambiente. Dentro de las medidas para reducir el consumo en edificios, la automatización de la climatización y la iluminación del edificio es una de las soluciones más eficientes y duraderas.

La evolución de los equipos en las diferentes fases de generación y consumición energética, nos permiten dotar a las mismas de equipos de control inteligentes que funcionan acorde a la demanda. Por ejemplo, la instalación de detectores de presencia es una de las medidas que repercute más positivamente en el ahorro energético y la que se puede amortizar con más rapidez. En cuanto a la climatización, se debe ajustar de acuerdo a las condiciones externas, tener en cuenta que cada ambiente puede tener sus propios parámetros de temperatura, programar por horarios y días de la semana, realizar un encendido y apagado escalonado para evitar multas por exceso de consumo y aportar al ahorro de energía eléctrica.

Por otro lado, se han desarrollando dispositivos que permiten unificar las disciplinas de control de iluminación y de climatización bajo la inteligencia de un único controlador. Además de minimizar la programación y puesta en marcha del sistema, estos dispositivos disponen de indicadores visuales que nos permiten conocer si nuestra instalación funciona de un modo óptimo.

Este sistema se conoce con el nombre de Green Leaf. Mediante un LED bicolor, nos permite conocer si nuestra instalación funcionará de modo óptimo (color verde) o ineficiente (color rojo). Esto nos sirve para que el usuario conozca si su entorno de trabajo es respetuoso con el medio ambiente y eficiente, ajustando su uso a las instalaciones. Esta tecnología cuenta, además, con una herramienta para la optimización climática, llamada AirOptiControl que permite ajustar el gasto a la demanda del entorno. Gracias a este tipo de equipos, se consigue ahorrar un 50% de energía.

Estas herramientas han ido evolucionando y agregan módulos destinados a la eficiencia energética, a la captación de los mayores consumidores del edificio y a emprender acciones que permitan optimizar el gasto.

Los sistemas de control en la edificación proporcionan ventajas tales como:

  • Reducción de costes de la energía
  • Menor emisión de CO2
  • Mínimos costes de mantenimiento
  • Monitorización e inteligencia para aprender del funcionamiento del mismo
  • Certificación de distinción de nuestros edificios

No debemos olvidar que los sistemas de control son sistemas vivos y que no se pueden dejar sin modernizar. De lo contrario, no hablaríamos de edificios gestionados inteligentemente sino de estructuras que fueron controlados inicialmente y que se han dejado perder.