Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) están teniendo un papel clave en la gestión y el desarrollo de los servicios sanitarios. El tiempo es primordial cuando hablamos de salud y la telemedicina permite asegurar asistencia remota, seguimiento y control de pacientes, información sanitaria a los ciudadanos e incluso la formación a distancia de los profesionales del sector, a lo que habría que sumar valores de eficiencia y sostenibilidad.

La sanidad en los países desarrollados se caracteriza por un incremento del número de pacientes, mayor número de enfermedades y un aumento de la población envejecida. En España, las personas de más edad, lo que supondría el 15% de los pacientes, genera el 65% del gasto sanitario, además, se estima que en 2020 más del 60% de las patologías de la población serán crónicas.

Los avances en tecnología móvil, la TDT y el acceso a Internet, han contribuido al desarrollo de la digitalización sanitaria, de la que son claros ejemplos la tarjeta sanitaria, la firma, la receta y el historial clínico electrónico, que permiten reducir las listas de espera, bajar los costes, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y optimizar la eficiencia de los servicios de salud de forma respetuosa con el medio ambiente.

Sin embargo, el desarrollo de estas aplicaciones cuenta con sus propios retos:

  • Es necesario que todos los centros nacionales de salud utilicen los mismos sistemas y estándares de forma que la información sea accesible en todo el territorio y que cada paciente cuente con una identificación única.
  • Requiere una formación tanto de los profesionales como de la población.
  • Se debe promover plataformas informáticas de fácil uso para que los pacientes puedan recibir la información y el tratamiento de sus patologías garantizando la privacidad y confidencialidad de sus datos.

Entre las soluciones hoy os hablamos de MobileMD, actualmente en uso en 110 hospitales y más de 2.000 consultorios médicos, que permite la información en tiempo real entre los primeros y los centros sanitarios. Los médicos pueden acceder a datos administrativos, clínicos, de proveedores y aseguradoras del paciente, independientemente de su ubicación y de la tecnología EMR (Electronic Medical Registers) que utilicen. Entre sus ventajas, encontramos:

  • Reducción del tiempo de búsqueda.
  • Coordinación en la atención al paciente, permitiendo acceder a los resultados del laboratorio, centros de imágenes y el historial clínico, fomentando a su vez, el diálogo entre profesionales.
  • Realización de pedidos en línea y programación de pruebas
  • Sostenibilidad, reduciendo significativamente el del papel.
  • Crear de forma rápida y eficiente referencias electrónicas en los historiales.
  • Eliminación de duplicidad de registros.

En Europa, los países nórdicos han tomado la delantera en la implantación de sistemas de gestión de datos electrónicos, tanto es así que el 90% de los pacientes tienen su historial clínico digitalizado. También destacan como pioneros Australia y Canadá, pero además, resulta crucial en zonas rurales y en países en vías de desarrollo, donde podrán acceder a los servicios sanitarios de forma remota.