Autor fotografía: Bruceonmymind http://www.flickr.com/photos/brucechung/154294284/

Para poder garantizar un futuro sostenible que permita vivir en armonía con el entorno, la ciudad del futuro debería considerar una serie de medidas de desarrollo urbano sostenible como las que se enumeran a continuación:

  1. Utilizar energías renovables.
  2. Fomentar el uso de sistemas de transporte público.
  3. Invertir en la reutilización de bienes y materiales.
  4. Limitar el uso de los recursos no renovables.
  5. Implantar nuevas tecnologías para la reutilización y regeneración del agua.

Un ejemplo claro de desarrollo urbano sostenible lo podemos encontrar en el barrio Hammarby Sjöstad de Estocolmo (Suecia). Esta hermosa zona residencial a orillas de un lago se ha convertido en todo un ejemplo de sostenibilidad, que ha servido de referencia en todo el mundo.

En el “modelo Hammarby” la eficiencia energética, el aprovechamiento del agua y el reciclaje de la basura están a la orden del día.

Antiguamente este parte de la ciudad era una zona industrial degradada y llena de contaminación, pero a partir de 1993 las autoridades locales decidieron transformarla radicalmente, hasta convertirla en un modelo medioambiental urbano. Entre las medidas tomadas destacan las siguientes:

  • Separación de basuras: Se recogen con un sistema subterráneo que permite separar los diferentes materiales. Además los desperdicios que no pueden ser aprovechados son quemados para producir electricidad.
  • Aguas residuales: Se utilizan para obtener un biogás que sirve como combustible en los autobuses del barrio y en las cocinas de los hogares.
  • Reutilización del agua: se recoge el agua de lluvia en calles y edificios y se redirige a un sistema de purificación y filtración.
  • Energías renovables: La mayoría de las viviendas cuentan con paneles solares en sus fachadas y cubiertas que proporcionan agua caliente a las casas.
  • Transporte público: El barrio cuenta con un tren gratuito hasta el centro de Estocolmo, una red de carriles bicis y unos 30 coches de uso compartido para los vecinos. Además, los autobuses funcionan con biogás.

Sin duda este barrio sueco es todo un ejemplo de cómo debería ser la ciudad del futuro.