Gas y petróleo a 4.600 metros de profundidad

Nuestro planeta es el único lugar en el universo en el que existe agua en estado líquido. De hecho, si pudiéramos observar la Tierra desde el espacio como hacen los astronautas, veríamos sobre todo agua. Los océanos cubren el 71% de la superficie total del globo terráqueo o lo que es lo mismo, 330.000.000 km².

Para que os hagáis una idea de la magnitud de nuestros océanos, si convirtiéramos la Tierra en una superficie plana tendríamos agua suficiente para cubrirla por entero con una profundidad de hasta 2.7 km. ¡Vivimos en un mundo oceánico salpicado por algunas “islas” a las que llamamos continentes!

Aunque conocemos la grandeza del mar, todavía es un gran desconocido y si es el actor principal de nuestro planeta y supervivencia ¿cómo puede ser que sigamos sin conocer todas sus características? Hemos descubierto multitud de especies animales y vegetales, pero ¿qué hay detrás del fondo marino?

Tras esa inmensidad acuática existe un suelo similar al que pisamos en la tierra, así que no es de extrañar que al excavar encontremos petróleo o gas. La siguiente pregunta que nos surge es ¿los estamos extrayendo?

Actualmente, existen técnicas de explotación de yacimientos naturales en el fondo marino, pero al trabajar en aguas poco profundas sólo somos capaces de extraer el 40% de la materia prima de un depósito.

Siemens está desarrollando una nueva tecnología para incrementar el nivel de extracción a un 60% en Trondheim, Noruega. Esta nueva solución consiste en:

• Bombas extractoras subterráneas que sacan el petróleo o el gas directamente de los pozos y lo comprimen antes de salir a la superficie.
• Sistemas de suministro energético (transformadores, convertidores de frecuencia y equipos de conmutación) que se encuentran también bajo el agua y pueden suministrar energía a un mayor número de bombas.
• Tuberías y cables con electricidad y datos como único contacto existente entre el fondo marino y la superficie.

El mayor desafío de esta técnica, que esperamos vea la luz en 20 años, es conseguir que la red energética en alta mar soporte la presión que hay a 4.600 metros de profundidad. Por el momento, ya se ha instalado el primer transformador y se prevé que a finales de 2014 esté terminado el primer convertidor de frecuencia, así que podemos decir que las plantas de extracción del fondo marino podrían convertirse en una realidad antes de lo que pensábamos.

El futuro de la energía Siemens es líder en tecnología de interconexión HVDC de corriente continua de alto voltaje.