Hoy en día, más de la mitad de los habitantes del Mundo vive en áreas urbanas y se estima que esta cifra alcanzará el 70% en 2050. Ciudadanos que, pese a ocupar el 1% del total de la superficie, consumen el 75% de la energía global y son responsables del 80% de las emisiones de CO2. Para poder hacer frente a estos retos, las ciudades necesitan soluciones eficientes, sostenibles y resilientes, y las infraestructuras inteligentes son la respuesta ideal ante estas demandas. Pero, para lograr hacerlo posible, es esencial que fluya la financiación y se invierta en innovación.

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La inversión del sector público en Smart Cities es a menudo insuficiente por lo que contar con formas alternativas de financiación ha pasado a ser una prioridad. En este sentido, el sector privado es un actor esencial para garantizar el futuro sostenible del planeta.

La financiación privada, clave en las ciudades inteligentes

Así lo afirma un reciente estudio elaborado por Siemens Financial Services que ha analizado 13 países y 40 ciudades a nivel mundial para prever el impacto que tendría la financiación privada en ciudades inteligentes en estos lugares.

Según sus resultados, España tiene un potencial de 4.200 millones de euros de financiación privada para Smart Cities. Uno de los más bajos, si lo comparamos con países como China o EEUU que rondan los 40.000 y los 30.000 millones de euros, respectivamente.

El estudio se ha centrado en las inversiones a pequeña escala, denominadas SmartStart que aglutinan el capital privado que podría ser empleado en la implementación de sistemas inteligentes al servicio de los ciudadanos.

Si aplicásemos estos 4.200 millones de euros en financiación SmartStart, podríamos implementar y potenciar elementos propios de las ciudades inteligentes. Estos, a su vez, generarían una reducción del gasto energético y favorecerían la eficiencia de los sistemas. De esta manera, la inversión se amortizaría en poco tiempo.

El estudio identifica una serie de nueve iniciativas inteligentes con buenas perspectivas para conseguir un rendimiento de inversión fiable:

  • Control de edificios (eficiencia energética)
  • Tecnología médica mejorada
  • Digitalizar los servicios al ciudadano
  • Rutas para vehículos más eficientes por geolocalización
  • Sistemas inteligentes de aparcamiento
  • Radares inteligentes
  • Tecnología “Smart” y móvil para la realización del trabajo (inspecciones, mantenimiento, servicio médico, etc)
  • e-bus y vehículos eléctricos
  • Alumbrado público de bajo consumo

Las ciudades que cuentan con infraestructuras inteligentes se convierten en entornos urbanos seguros, atractivos para la competitividad mundial. El concepto de “Smart City” revolucionará la vida en las urbes de manera parecida al impacto que tuvo la revolución industrial. Y, para llegar a ello, es primordial que todos los agentes implicados inviertan y financien proyectos cuya base sea la digitalización.

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