Dubái es uno de los mayores productores de combustibles fósiles del mundo. Sin embargo, han optado por abrazar la transición energética y liderar el camino de la región hacia un futuro energético más sostenible.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, adoptados por 193 países en las Naciones Unidas en 2015, proporcionaron una visión sobre qué deberían hacer los estados para proteger el medio ambiente. Uno de estos propósitos fue el de “garantizar el acceso a la energía de una forma asequible, fiable, sostenible y moderna para todos”. Esto significa no sólo satisfacer las necesidades actuales, sino también prever planes que satisfagan las necesidades de todos los países en 2050 con una reducción significativa de las emisiones.

Emiratos Árabes Unidos ha visto que existe una necesidad global de hacer un cambio de miras. Con una economía basada en el turismo y la producción de combustibles fósiles, el país aspira a convertirse en un referente mundial en desarrollo sostenible y así alcanzar los objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos.

En una ciudad tan grande como Dubái, la seguridad del suministro es una prioridad necesaria. Asegurar un suministro asequible, fiable y sostenible no es fácil. Sin embargo, han encontrado en la solución “Power-to-X” una buena alternativa.

Power-to-X como solución sostenible para Dubái

El excedente de electricidad generado por energías renovables se utiliza para producir gas o hidrógeno que se almacena para su uso posterior. Esto podría conducir directamente a una rápida descarbonización en segmentos clave del uso de la energía. En otras palabras, se puede usar el hidrógeno como combustible.

Dubái es consciente del potencial del hidrógeno como fuente de energía y está invirtiendo para impulsar esta tecnología. Green Hydrogen es la primera instalación de electrolisis de hidrógeno alimentada por energía solar de la región. Este proyecto es uno de los expuestos en la Expo 2020 Dubái sobre innovación, investigación y desarrollo de almacenamiento de energía y sostenibilidad.

Este proyecto utiliza la tecnología Power-to-X que convierte la energía eléctrica en fuentes de energía químicas líquidas o gaseosas mediante el proceso de electrólisis y otros procesos de síntesis. Al usar la corriente eléctrica, el agua se divide en oxígeno e hidrógeno, un proceso cien por cien libre de emisiones. Es una tecnología clave para la transición energética ya que el hidrógeno puede ser fácilmente almacenado y posteriormente utilizado o procesado de muchas maneras.

¿Por qué es importante la electrolisis?

Para poder obtener hidrógeno como fuente de energía, es fundamental el proceso de electrolisis. Pero, antes de continuar, vamos a contaros unas pequeñas pinceladas de historia para situarnos correctamente.

La electrólisis, necesario para la generación sostenible de hidrógeno, ya fue descubierto en 1800 por dos ingleses llamados William Nicholson y Anthony Carlisle. En este proceso utilizaron corriente continua para dividir el agua y el oxígeno en el hidrógeno. Así es como estos dos científicos abrieron un nuevo campo de investigación: la electroquímica.

Durante muchas décadas, la electrólisis del agua fue el método estándar para la producción de hidrógeno y ha servido incluso para inspiración literaria. Julio Verne, en su novela de 1874 “La isla misteriosa“, afirmó: “El agua será el carbón del futuro“. A lo largo de los años, la reforma del gas y la gasificación del carbón han prevalecido como una fuente importante de hidrógeno, gracias al desarrollo de la infraestructura de gas natural.

La electrolisis PEM empieza a coger importancia por sus características para la industria energética. PEM, que toma su nombre de la membrana de intercambio de protones, tiene una propiedad especial que es permeable a los protones, pero no a gases (como el hidrógeno o el oxígeno). Como resultado, la función de separador impide que los gases del producto se mezclen.

Para la generación de cantidades suficientes de hidrógeno, se requieren soluciones innovadoras que utilicen la energía eólica y solar para producir hidrógeno libre de CO2. A diferencia de la electrólisis alcalina tradicional, la tecnología de Siemens como SILYZER es ideal para la obtención de energía volátil generada a partir de la energía eólica y solar.

Además, la electrólisis PEM tiene otras ventajas como:

  • Alta eficiencia a alta densidad de potencia.
  • Alta calidad del gas del producto, incluso con carga parcial.
  • Bajo mantenimiento y funcionamiento fiable.
  • No necesita productos químicos ni impurezas.

El futuro es sostenible y este tipo de fuentes de energía son claves para alcanzar el objetivo de cero emisiones 2030.