El dióxido de nitrógeno, NO2, es uno de los principales gases de efecto invernadero y es producido, en gran parte, por los motores de combustión. Los niveles de este gas se están incrementando sobre todo en zonas con gran afluencia de transporte naval. Para hacernos una idea del nivel de polución que causan, la NASA ha elaborado un mapa mundial mediante al satélite espacial Aura. Esta tecnología ha generado una imagen de las lecturas que se han realizado de 2005 a 2012 y se observa, de manera clara, el rastro contaminante que han dejado diversos buques internacionales.

Fuente: www.maerskline.com/

De hecho, según un estudio de James Corbett, un barco de gran tamaño es capaz de contaminar tanto como 50 millones de automóviles pero, si tomamos a los 5 mayores navíos del mundo, el equivalente es mucho mayor: contaminan tanto como lo hacen 750 millones de vehículos.

Una de las posibles soluciones para reducir los niveles de contaminación de los navíos pasa por apostar por la instalación de motores más eficientes y sistemas que aprovechen la energía residual generada por su propia actividad. En este sentido, dos de las principales compañías navieras del mundo, Maersk Line y Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering, han desarrollado la primera generación de barcos contenedores más eficientes del mercado.

Los Triple E son los barcos contenedores más grandes del mundo, capaces de transportar 18.000 contenedores (TEU) y conseguir reducir los costes de transporte y las emisiones de CO2 a la atmósfera. Esto se consigue gracias a los sistemas de doble propulsión y generación de energía de Siemens.

Los barcos cuentan con lo último en tecnología marítima:

•    Navegan con dos motores Shaft Generator Motors (SGM) de 3 MW que trabajarán de manera independiente y así aseguran su funcionamiento en todas las condiciones.

•    Equipos de generación de energía a través de un sistema de recuperación de calor residual (WHR) que jugará un papel importante en la mejora de la propulsión de estas naves con un menor coste ecológico.

A través de la WHR, los gases emitidos serán capturados y utilizados para mover las turbinas que crearán energía eléctrica. Gracias a este sistema, el consumo se reduce hasta en un 12%, lo que equivale a la electricidad demandada por 5.000 hogares europeos al año.

Además, los barcos Triple E cuentan con el Sistema de Soporte EcoMain Decision de Siemens facilita que la embarcación optimice su balance energético y mejore los ciclos de mantenimiento que juegan un papel relevante en la reducción del uso de energía. A través de una amplia gama de interfaces, EcoMain es capaz de recoger datos de diferentes sistemas técnicos como el consumo de energía y emisiones que ha habido o el abastecimiento de combustible. Después, prepara un informe con un formato estandarizado y disponible en una plataforma de datos común.

Todas estas innovaciones han conseguido que este tipo de barcos reduzca sus emisiones de CO2 a la atmósfera en un 50%. Con ello, se ayuda a mejorar el entorno sin que se vean mermadas las prestaciones del servicio de transporte.

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