La New York High Line es uno de los proyectos más relevantes y de mayor impacto social que se han realizado en Nueva York en el último tiempo. Lo interesante y destacable del proyecto es la operación de transformar la West Side Line, una línea elevada de ferrocarril, abandonada y obsoleta, en un paseo peatonal en altura con un interesante trabajo paisajístico asociadas a esta infraestructura.

La High Line, o línea elevada, fue construida en 1930 para sacar de las calles de Manhattan el tráfico de trenes de mercancías y así evitar accidentes. La vía, abandonada desde 1980, se encontraba a punto de ser demolida cuando, en 1999, se fundó Friends of the High Line (FHL). Esta asociación de vecinos quería salvar el espacio y, en 2003, convocaron un concurso de ideas del que resultó ganadora la obra de las oficinas Diller Scofidio + Renfro y James Corner Field Operations.

El proyecto, llamado High Line Elevated Park, quería crear un diseño urbano que utilizase los más de 2 kilómetros de longitud de la línea que iba desde Gansevoort Street en el Meatpacking District hasta la calle 34, entre las avenidas 10 y 11. La propuesta ganadora se inspiró en las malezas verdes que crecieron tras el abandono de esta línea férrea, proponiendo un pavimento que permite el crecimiento de vegetación por las diversas áreas dentro del recorrido. La estrategia se planteó a través del concepto de agri-tecture: parte agricultura, parte arquitectura.

La recuperación de la High Line de New York se ha realizado en diferentes fases:

•    La primera fase consistió en limpiar y retirar algunos de los elementos de las antiguas estructuras para poder sanear, reforzar y modernizar la parte que iba a ser reutilizada. En muchos lugares, las piezas retiradas fueron restauradas y devueltas a sus lugares de origen, (por ejemplo, las antiguas vías de ferrocarril se integraron en la formación de parterres para la siembra).

•    La segunda fase abrió al público en 2011. Se trata de una sección que se extiende desde West 20th hasta la calle West 28th. Este nuevo segmento incluye una vía elevada, donde los visitantes quedan al nivel de las copas de los árboles, y un gran espacio ideal para tomar sol en el verano o hacer un picnic en primavera, entre otras cosas.

•    La fase final, prevista para finales de 2013, se extenderá desde la calle 30 Oeste entre las avenidas 10 y 12 hasta la calle 34 Oeste. El diseño del parque se entrelazará con los otros aspectos de desarrollo comercial y residencial de la zona. Las propuestas incluyen un espacio para presentaciones y una sección para niños.

El efecto de crecimiento natural de vegetación salvaje contrasta con el moderno diseño de bancos, fuentes y focos de iluminación. Por la noche, la luz proviene de farolas de bajo consumo de energía ubicadas a la altura del viandante, lo que da sensación de seguridad y, al mismo tiempo, permite una contemplación del espectáculo de luces de la ciudad. Además, las escaleras y ascensores permiten a los visitantes acceder desde el nivel de la calle, permitiendo la entrada de sillas de ruedas en los puntos donde no hay ascensor.

Gracias a este parque, los neoyorkinos y turistas tendrán la oportunidad de observar con una perspectiva diferente algunos de los enclaves más conocidos de la Gran Manzana, desde la Estatua de la Libertad hasta el Empire State o el Hudson. El High Line Elevated Park es un claro ejemplo de estructura urbana sostenible.