La transformación digital es el nuevo paradigma que está transformando radicalmente la economía y, por ende, también las organizaciones y las empresas. Es decir, la digitalización está promoviendo un nuevo concepto disruptivo que ataña tanto a los recursos humanos entendidos en un sentido tradicional del término que hace referencia a competencias y perfiles profesionales, como a los espacios donde trabajamos.

De esta manera y según la definición de smart working, se transforma sí la forma de entender el trabajo y de trabajar pero también los lugares donde se llevan cabo tareas y funciones. Siguiendo esta filosofía, Siemens ha construido la nueva sede central sita en Milán: una casa para todos los colaboradores hecha para optimizar los recursos tanto tecnológicos como ambientales que se quiere convertir en un lugar perfecto para trabajar.

El recién estrenado edificio es un símbolo de innovación y sostenibilidad y ocupa un espacio de más de 15 mil metros cuadrados en el barrio Adriano. La realización de las oficinas, que se inserta en un proyecto global de recalificación urbanística de 86 mil metros cuadrados, incluye también la realización de una zona verde de unos 25 mil metros cuadrados donde próximamente se plantarán 400 árboles y prevé la construcción un centro deportivo en colaboración con el ayuntamiento de la ciudad metropolitana.

A tan solo dos años de la colocación de la primera piedra, las nuevas oficinas ya están funcionando según la filosofía del smart working: no se trata de un lugar de trabajo convencional sino de un espacio que pretende convertirse en un espacio de intercambio e integración horizontal para los colaboradores.

Casa Siemens, la nueva sede inteligente en el corazón de Milán

El estudio de arquitectura Barreca y La Varra se inspiró en las oficinas de Siemens de reciente construcción en todo el mundo para diseñar la que ya es a todos los efectos la nueva sede central de Siemens Italia.

Se trata de un “green building de clase A” realizado según el protocolo LEED GOLD (Leadership in Energy and Environmental Design) y completamente automatizado para aprovechar al máximo los recursos y minimizar el uso de la energía. La infraestructura funciona gracias a una plataforma que gestiona de manera integral todos los sistemas: desde la calefacción  hasta la protección contra incendios.

Los controladores HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado) cuentan con más de 1.500 de sensores instalados a los que hay que añadir otros 150 sensores para la seguridad perimetral.  Desigo Room Automation es el encargado del confort de los ambientes controlando y regulando la temperatura, la humedad del aire, la intensidad de la iluminación con el objetivo de alcanzar el máximo nivel de bienestar climático con un ojo siempre puesto en el ahorro energético.

El control de la luminosidad de los espacios lo realizan los más de 400 sensores instalados y por la automatización de las persianas que se mueven según la posición del sol y la información recauda por una central meteorológica externa. Por otro lado, una plataforma de monitorización de los datos energéticos (Siemens Navigator) permite el control en tiempo real  de todos los parámetros del edificio: desde el consumo energético a los indicadores de sostenibilidad.

Concebida y desarrollada para funcionar gracias a una red inteligente de vanguardia según el paradigma del Internet de las Cosas, la sede maximiza el autoconsumo a través de una gestión equilibrada de la electricidad. De hecho, el área consta de dos edificios inteligentes, el nuevo y el existente desde 1963, que se abastecen energéticamente gracias a la conexión a la red nacional y también por dos sistemas fotovoltaicos para un total de aproximadamente 900 kilovatios de pico.

La producción de electricidad también estará garantizada por una planta de trigeneración, que también puede contribuir a la carga térmica requerida para la calefacción y la refrigeración de una manera eficiente y sostenible. La sincronización entre la carga eléctrica y la producción programable, para maximizar el autoconsumo, se logra gracias a un sistema de almacenamiento electroquímico de 135 kWh – 270 kW.

Las obras de mejora del tráfico en toda la zona contribuyen al impacto positivo de la empresa tanto en los trabajadores como en toda la ciudad. Ahora dos carriles bici bordean Casa Siemens y se ha creado una nueva calle para acceder al edificio que lleva el nombre del fundador de la empresa, Werner von Siemens.

La movilidad sostenible se fomenta entre los colaboradores mediante la posibilidad de utilizar bicicletas (de momento, sesenta trabajadores han solicitado dicho servicio) y a través del uso del coche eléctrico gracias a la instalación de dos puntos de recarga.

En el mes de junio se inaugurará un parque de 25 mil metros cuadrados que contará con un “anillo verde” para pasear, estaciones wi-fi para trabajar al aire libre y áreas para relajarse como jardines o un huerto urbano compartido.

Resumiendo estos son los principios básicos que subyacen a la filosofía smart working:

  • Movilidad. Es posible alcanzar el lugar de trabajo con medios de transportes sostenibles (como la bicicleta o el coche eléctrico) reduciendo el impacto medioambiental de los transportes diarios.
  • Trabajo a distancia. La empresa permite decidir al colaborador dónde quiere trabajar ya que puede elegir varios lugares en la oficina o desde su casa.
  • Tecnología. Internet facilita el acceso a la información en cualquier momento y desde cualquier lugar ofreciendo máxima flexibilidad.
  • Libertad de horarios. El trabajador organiza su propia agenda para mejorar la conciliación familiar.

En definitiva, la nueva sede de Siemens en Milán se quiere convertir en una referencia del smart working poniendo al centro el colaborador y poniendo especial atención a los recursos ambientales. Resumiendo se trata de una iniciativa que tiene el objetivo de crear un lugar perfecto.