En septiembre finalizó el plazo de inscripción para colonizar el Planeta rojo. Durante cinco meses todos los interesados mayores de 18 años que gozasen de buena salud y tuviesen un nivel alto de inglés podían presentarse candidatos para fundar la primera colonia humana en Marte.

Teniendo en cuenta que se trataba de un viaje sin retorno, es decir que te estabas inscribiendo para “mudarte” a otro planeta, resulta impactante conocer que se recibieron más de 200.000 solicitudes. España fue el décimo país en el ranking de registrados con 3.722 personas.
A finales de este año se publicará el listado de los que han pasado la primera fase y serán entrevistados personalmente a principios de 2014, quedando en 2015 tan solo 40 candidatos. A los finalistas se les dividirá en grupos de cuatro personas y tendrán que realizar un periodo de entrenamiento de siete años. Este entrenamiento será retransmitido como si fuera un reality show y la audiencia será la que decida quién podrá cumplir su sueño y convertirse en astronauta.

Si todo sigue su cauce el primer grupo llegará a Marte en 2023. Nosotros no sabemos si este proyecto se completará o no, pero si podemos contaros cómo la NASA ha mejorado la comprensión del Planeta que quieren colonizar gracias a Curiosity.


Curiosity es el Mars Rover más sofisticado que se ha enviado hasta el momento a Marte. Fue diseñado en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory, JPL) de la NASA con software de Siemens. A lo mejor has oído hablar estos días de él porque el pasado 17 de noviembre los ingenieros tuvieron que atender al robot tras notar una fluctuación de voltaje. Curiosity tuvo que retrasar su camino hacia el Monte Sharp pero este cortocircuito interno no ha afectado a la seguridad o a la salud del vehículo.

Que Curiosity pueda tolerar diferencias de tensión en su sistema eléctrico se debe al software empleado. Es el más puntero, capaz de soportar las condiciones extremas del lanzamiento, los viajes espaciales, la reentrada en la atmósfera y el aterrizaje de un vehículo de más de 900kg que pudiera ser operativo en la superficie de Marte.

El JPL utilizó nuestro software de gestión del ciclo de vida del producto, conocido como PLM. Lo hizo durante todo el proceso de desarrollo para diseñar, simular y ensamblar Curiosity de forma digital antes de la construcción de prototipos físicos.
Poder realizar simulaciones digitales antes de fabricar el producto les ayudó a asegurar que todos lo componentes encajaban, funcionaban y soportaban cualquier tipo de condición ambiental. Estas simulaciones durante el proceso de desarrollo, conseguidas gracias a PLM, junto con la automatización tecnológica permitieron que se ahorrara en recursos y coste de energía, además de reducir a la mitad el tiempo de puesta en marcha de este super robot del futuro.

PLM en Marte
La NASA emplea la tecnología de Siemens para el lanzamiento de Curiosity, el Mars Rover más sofisticado