La intermodalidad es un nuevo concepto en el sector del transporte que ha llegado para revolucionar la manera en la que nos movemos. Desde el transporte público y privado hasta el transporte a demanda (DRT), con bicicletas, taxis, coches compartidos y otras nuevas ofertas de movilidad, la forma en que los pasajeros llegan del punto A al punto B es cada vez más multimodal.

La capacidad de tomar estas decisiones con solo un click es ahora una realidad diaria para la mayoría de los pasajeros. La digitalización desempeña un papel clave a la hora de habilitar aplicaciones únicas que integran información en tiempo real sobre el tráfico rodado y ferroviario o servicios de recorrido peatonal, lo que permite a la gente ver fácilmente qué opciones de transporte darán lugar a los trayectos más cortos y menos costosos.

A medida que las ciudades continúan expandiéndose, también lo hacen las congestiones en sus carreteras. En muchas ciudades de todo el mundo, los viajeros pasan más de una semana de trabajo al año (¡40 horas!) sentados en atascos de tráfico. La intermodalidad en el transporte puede ayudar a las ciudades y a sus viajeros a evitar esta situación.

¿Qué es la intermodalidad?

La intermodalidad, a grandes rasgos, es el uso combinado de distintos medios de transporte público: autobús, metro, tren y tranvía. Pone al usuario en el centro y facilita la movilidad en las ciudades.

Promover el uso de soluciones intermodales es personalizar y facilitar la manera en la que los ciudadanos se mueven ya que ofrece:

  • Múltiples opciones de transporte desde una sola aplicación: esto permite a los pasajeros escoger, reservar y pagar la opción más rápida y eficiente, de acuerdo con sus preferencias y necesidades, con características personalizadas y proactivas.
  • Los pasajeros reciben la información que necesitan para la planificación de rutas, reservas y pagos, así como actualizaciones durante su viaje.

Ventajas de la intermodalidad

Las opciones intermodales no sólo aumentan la libertad de elección y pueden aliviar a los usuarios de la carga de estar sentados en un atasco de tráfico, sino que también permiten a los pasajeros contribuir a un transporte más sostenible con mayor flexibilidad y fiabilidad.

Entre las ventajas, se encuentran:

  • Los viajeros dependerán menos de sus coches.
  • Los proveedores públicos y privados de servicios de transporte se beneficiarán de una asignación más eficiente de los recursos, gracias a una mejor gestión de la demanda de los viajes.
  • Las autoridades locales podrán hacer un mejor despliegue de servicios de transporte sostenible.
  • Las empresas tendrán acceso a nuevos mercados y oportunidades para el desarrollo de servicios de movilidad inteligente.

MaaS en el transporte del futuro

Las aplicaciones de movilidad también proporcionan a los operadores de transporte más datos sobre la demanda de pasajeros y la selección del modo.

Los análisis de datos de movilidad permiten determinar los patrones de viaje y su impacto en la red de transporte para apoyar la estrategia de movilidad y la planificación con una toma de decisiones más informada con respecto a los horarios, las actualizaciones de los servicios y otras demandas.

¿Haciendo cola para los billetes de transporte público, preocupándose por elegir el correcto? El transporte público es la columna vertebral de la movilidad urbana, pero para hacerla (o mantenerla) atractiva, también debe ser fácil. Una clave para ello es la emisión inteligente de billetes. Nuevos enfoques como Check-in/Be-out o incluso Be-in/Be-out facilitan a los viajeros el uso del transporte público, y siempre obtienen el mejor precio por el viaje realizado.

Entonces, la Movilidad como Servicio (MaaS) se convierte en algo común, e incluso necesario para un paisaje de transporte eficaz cuando incluye sin fisuras nuevas ofertas de movilidad con el transporte público, como el microtránsito, una forma de DRT, que cubre la primera y la última milla.

El MaaS ha llegado para quedarse. Proporciona detalles sobre combinaciones de viajes alternativas de forma transparente y permitiendo a los viajeros pagar los servicios sin complicaciones, ya sea por uso o según el plan de suscripción, de la misma forma que pagamos las facturas de nuestros smartphone.