¿Os imagináis productos y máquinas que se comuniquen entre sí?

Sumergidos en la cuarta revolución industrial las estrategias de fabricación innovadoras empiezan a tomar cada vez más peso y hasta tal punto es así, que debemos empezar a hablar de fábricas inteligentes.

En las plantas de producción del futuro, las comunidades de máquinas se organizarán por su cuenta, las cadenas de suministro se coordinarán entre sí y los productos en curso enviarán la información necesaria para su procesamiento a las máquinas que los convertirán en terminados.

Las fábricas del futuro optimizarán y controlarán sus procesos de producción prácticamente por sí solas. Lo conseguirán gracias al desarrollo de sistemas ciber-físicos (CPS), que engloban tecnología software, sensores, procesadores y técnicas de comunicación.

fabricas

Para llegar a ello, los expertos opinan que todavía deben pasar unos 20 años, pero ya se están empezando a dar los primeros pasos. El mejor ejemplo lo encontramos en la fábrica inteligente de Kaiserlautern, Alemania, donde se alza una planta piloto en la que utilizan botellas de jabón que hacen realidad la idea de que los productos y las máquinas pueden comunicarse entre sí.

El secreto está en las etiquetas de identificación de radiofrecuencia (RFID) que tienen las botellas de jabón. Estas pegatinas indican a las máquinas qué tipo de tapa tienen que colocar en cada producto, entre otras cosas. De manera que las botellas contienen desde el comienzo del proceso de fabricación una memoria digital y pueden comunicarse a través de señales de radio. El producto se convierte así en un sistema ciber-físico que le permite al mundo real y al virtual fusionarse.

Esta innovación que empieza a verse en las plantas de producción supondrá también cambios en el día a día de las personas que trabajan en las fábricas. Aunque el trabajo continuará estando organizado alrededor de las estaciones de montaje, los colaboradores no trabajarán en turnos rígidos, no estarán sujetos a procesos inflexibles, ni restringidos a una sola estación de trabajo. Todos estarán conectados a la red y pasarán de una estación de ensamble a otra porque conocerán todos los puestos involucrados.

Las fábricas del futuro serán tanto productivas como flexibles. La mano de obra ofrecerá flexibilidad mientras que los robots garantizarán una producción rápida y eficiente. ¿Alguien da más?

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