Que tu ciudad se convierta en una Smart City es mucho más sencillo de lo que crees. Si la administración pública y la ciudadanía colaboran, junto con la ayuda del ámbito privado, se puede conseguir que una urbe se transforme en una ciudad inteligente aplicando medidas sencillas en 6 ámbitos. A través de una gestión eficiente de los recursos y servicios, por ejemplo, es posible maximizar la calidad de vida de los ciudadanos y el desarrollo sostenible de la ciudad.

Concienciado con la importancia de hacer llegar las ventajas y las aplicaciones de una Ciudad 4.0 a los ciudadanos, KPMG ha realizado un estudio sobre el estado y las ventajas de la implantación de tecnologías digitales en las urbes bajo el título Hacia la Ciudad 4.0: Análisis y perspectivas de las Smart Cities españolas”. En el estudio realizado con el patrocinio de Siemens, además de analizar las ventajas de la implantación del modelo de las Smart Cities en nuestro país, se presentan las claves para conseguirlo. En definitiva, una ciudad 4.0 debe contar con proyectos en los ámbitos económico, medioambiental, gubernamental, residencial, ciudadano y de movilidad.

Los pasos a seguir para transformar el entorno urbano en una smart city

  1. Smart Economy

Medidas tan sencillas como crear un sistema de reservas online o las aplicaciones para intercambiar artículos benefician a la economía de la ciudad de una manera sobresaliente. El comercio electrónico no solo ahorra tiempo al consumidor, sino que le facilita el acceso a todo tipo de productos que, antes de que existiesen estas medidas de digitalización, le eran prácticamente imposible de conseguir.

  1. Smart Environment

La sostenibilidad medioambiental es una de las principales metas de una Ciudad 4.0. Sensores para medir la calidad del aire, contadores inteligentes de agua y luz o el control del alumbrado público son sólo algunos ejemplos de medidas que reducen el consumo de recursos naturales a la vez que generan ahorros para los ayuntamientos que pueden ascender hasta un 60%. En Londres, por ejemplo, han reducido en un 40% los costes operacionales gracias al proyecto i20 water. Con esta solución, la administración londinense ha reducido un 20% las fugas de agua gracias al control de la presión.

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  1. Smart Governance

Para que un ayuntamiento consiga que su ciudad sea una Smart City, debe comenzar por aplicar medidas sobre sí mismo: contar con una gestión transparente debe convertirse en un requisito indispensable para cualquier administración pública que se consigue con soluciones tan sencillas como la creación de una plataforma de gestión de la ciudad o la e-administración.

  1. Smart Living

Gracias a la implantación de las nuevas tecnologías en los edificios y viviendas, se fomenta un estilo de vida sano y seguro. Un ejemplo de ello es el Smart Health TeleRehab de Singapur, un programa que ofrece asistencia telemática de rehabilitación a los pacientes o el proyecto Build Smart, implantado en Dublin, Malmö y Bilbao, para la construcción de edificios de baja energía adaptados a diversos climas.

  1. Smart Mobility

Los habitantes de las grandes ciudades sufren continuamente los problemas que acarrean los atascos, tanto a nivel económico como el aumento de la contaminación que estos provocan. Fomentar la adopción de vehículos eléctricos o dispositivos para monitorizar el estado del tráfico y las luces de la vía son algunas de las soluciones que ayudarían a reducir las emisiones de CO2 y evitar gran parte de las retenciones.

  1. Smart People

Sin una base sólida, un proyecto no puede prosperar. En este caso, sin la implicación de la ciudadanía, una ciudad no podrá lograr el cambio a lo Smart. Para ello, desde las administraciones se debe animar a la colaboración ciudadana. En Bogotá, por ejemplo, se ha creado una plataforma digital abierta para discutir el plan de desarrollo de un distrito. En Toronto, por otro lado, se realizan eventos formativos sobre la toma de decisiones de gestión de finanzas. Con estas sencillas medidas, las Ciudades 4.0 serán pronto una realidad.