Está claro que la energía ni se crea ni se destruye, se transforma. Esta ley química de Antoine Lavoisier es también la base del nuevo sistema de almacenamiento de energía Future Energy Solution (FES), desarrollado por Siemens, la Universidad de Hamburgo y la empresa municipal Hamburg Energie.

Almacenamiento Energía Renovable

Las piedras naturales que guardan la energía

Existen periodos, como por ejemplo las noches ventosas, en los que la generación de electricidad eólica es superior a la demanda. Ello supone que se desaprovechen miles de megavatios en todo el mundo que no pueden ser reutilizados. De ahí que sea de vital importancia encontrar la mejor forma para almacenar esa energía sobrante.

FES es un sistema de almacenamiento capaz de guardar ese exceso de energía generada gracias al uso de unas piedras naturales que pueden alcanzar los 600 grados. Se trata de una tecnología que ya se está testeando en una fábrica de Hamburgo a pequeña escala. Pero, ¿cómo funciona exactamente FES?

En este peculiar sistema de almacenamiento:

  • La energía que no se puede aprovechar se traslada a un compartimiento aislado que contiene piedras naturales en su interior
  • Las rocas guardan la energía hasta que se produzca un pico de la demanda
  • En ese caso, las piedras calientan un flujo de aire que impulsa un ciclo de vapor y genera nueva electricidad

Así pues, se consigue generar el doble de energía verde y aprovechar al máximo los recursos naturales, cumpliendo de esta manera los objetivos marcados por el proyecto Future Energy Systems, financiado por el Ministerio de Economía alemán.

Este sistema no solo es rentable sino que puede llegar a almacenar el exceso de energía generado por un parque eólico durante todo un día. En concreto, en la planta de Hamburgo, el sistema cuenta con un gran “contenedor” que contiene tanto piedras como bolas de cerámica. Se emplean hasta 13.000 bolas de cerámica ya que, al tener el mismo tamaño y forma, facilitan el cálculo del proceso de transmisión de calor dentro del compartimento. El uso de la cerámica es exclusivo de la fase experimental visto el coste del material.

Además, los investigadores han instalado 50 termopares en el sistema de almacenamiento para medir la temperatura en varios puntos del recipiente, además de los volúmenes de flujo de aire y gradientes de presión. Se ha estimado que una planta a gran escala que produce más de de 100 megavatios, puede aumentar hasta un 50% su eficiencia gracias a esta novedosa tecnología.

De todas formas, en el campus de Siemens en Erlangen, los expertos investigarán hasta 2018 el transporte del calor en las rocas en y, una vez conseguido el objetivo, estará claro el avance en la carrera hacia la energía verde.